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“¿Por qué así?”.
Conmovido hasta las lágrimas, el receptor Frank Camilo Morejón resume con esa interrogante su dolor por haber sido excluido de la preselección de Industriales para la próxima Serie Nacional de Béisbol.
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Mucho se ha hablado de esta decisión. Como argumentos se ha apelado a un proceso de renovación en las filas azules, a la intención de cuidar su salud debido a problemas en la cadera izquierda, a que en los últimos años se perdió muchos partidos debido a lesiones, y también a que el máscara de 35 años tiene un “carácter complicado”...
Un poco hay de todo lo anterior, y el propio Frank Camilo es el primero en aceptarlo. Pero lo que no entiende, dice, es el procedimiento.
“Por ley biológica, esto iba a pasar inevitablemente”, refiere en exclusiva para este sitio web. “Lo que no me ha gustado es la forma en que sucedió. A mi modo de ver, se me irrespetó, porque había otras maneras de hacerlo. Creo que podía haber un tratamiento más correcto con alguien que se entregó siempre a plenitud, hasta el punto de quitarse un yeso con antelación para poder jugar partidos en que el equipo lo necesitaba. Era mejor decir ‘no te queremos más y ya’, pero no echarle mano a todas esas razones que no son convincentes”.
Tras sentar una cátedra con los arreos de la novena más popular de Cuba y vestir la franela nacional en numerosas ocasiones, al ‘45’ le parece (cuando menos) inoportuna esta salida. Especialmente porque sus prestaciones ofensivas han mejorado de manera notable en las campañas más recientes, hasta el punto de registrar en 2020/21 sus mejores estadísticas de por vida en OBP (.407) y OPS (.785), con apenas cuatro ponches en más de cien comparecencias al home plate.
“En los últimos cuatro campeonatos promedié para .300 (366-110) y defensivamente estuve a la altura, así que el rendimiento no podía ser razón. Y no entiendo que ahora mi salud fuera una preocupación de fondo para quienes deciden el equipo. Así que el motivo ha sido mi carácter, pues se dice que yo protesto demasiadas cosas. Y eso es verdad, yo tengo mi problema de carácter. ¡Pero es que ese problema lo tengo hace 17 años! ¿Ahora es que molesta? No lo entiendo: los propios dirigentes del país han llamado a expresar lo que uno siente”...
A la pregunta de si podría continuar su carrera defendiendo los colores de otro territorio, reaccionó de inmediato con una negativa.
“Yo terminé ya como pelotero. Ante todo, por respeto a mí mismo. Cuando entré a aquella reunión en que me dieron a conocer que estaba fuera de los planes del equipo, se leyó un documento con el que daba lo mismo si yo estaba o no de acuerdo, porque como se ha aclarado públicamente aquella determinación derivaba de un montón de sesiones de trabajo. Es decir, era algo irreversible. Si yo tuviera veinte años podría irme a otra provincia para seguir jugando, pero no con esta edad. Es el momento de colgar los guantes. Al final, no soy el primero ni voy a ser el último que atraviese por estas circunstancias”, expresó.
En cambio, lo que sí ve posible y lo estimula es la conversión a entrenador de receptores.
“Esa sí es una opción. Ahora voy a tener tiempo disponible y creo que ha llegado el momento de superarme científica y metodológicamente en ese sentido. No tengo aspiraciones de dirigir equipos; preferiría dedicarme, por ejemplo, a entrenar en una EIDE, porque ese trabajo queda para toda la vida. Con saber que varios de los catchers que pasen por mis manos puedan llegar a planos estelares, podré sentirme absolutamente satisfecho”, aseguró.
Antes de cerrar el diálogo, Frank Camilo quiso dejar una confesión seguida por un mensaje de agradecimiento.
“A mí esto no me va a derrumbar, te lo aseguro. A mí me derrumbaría que mi familia no tuviera salud, o que el público no me estuviera apoyando como lo está haciendo ahora en las redes sociales. Te lo juro, la gente me está haciendo el retiro que nunca esperé tener”, concluyó.
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