Vídeos relacionados:
La periodista cubana Mónica Baró refutó a “ese tipo de latinoamericano o europeo nostálgico por las guerrillas de los sesenta” que defienden al gobierno cubano internacionalmente sin conocer la realidad de la sociedad dentro de la isla.
“Yo no tengo ningún interés en discutir” con ellos, dijo la periodista sobre estos sujetos a quienes describió como personas “con añoranzas por revoluciones liberadoras que nunca fueron estrictamente liberadoras, que tiene fotos del Che o de Fidel en su cuarto en Miami, Madrid o París, como mismo los adolescentes analógicos ponían posters de los Backstreet Boys o Britney Spears para masturbarse por las noches”.
Lo más leído hoy:
Sin embargo, añadió Baró, estas personas “adoran vivir en los centros del capitalismo, porque ninguno va para Cuba, Venezuela o Nicaragua”.
“Hay mucho que dialogar entre cubanas y cubanos del exilio y de la isla como para una también tener que prestar atención a quienes quieren convencerte de lo que no han logrado convencerme mis 32 años viviendo en Cuba”, observó la periodista, quien se encuentra actualmente en España.
Mónica Baró le recomendó a estos nostálgicos de la Revolución y el comunismo que “la propaganda vayan a venderla a quienes nunca han vivido en Cuba, a quienes no lean noticias”, pues su condición de periodista la obliga a estar informada a leer periodismo de todas partes del mundo.
La joven cubana, conocida por sus textos en la prensa independiente cubana y su Premio Gabo de periodismo, confesó que también ha estudiado “filosofía y ciencias políticas” y que también ha leído El Capital de Marx como para venir a ser adoctrinada por este tipo de personas que, a su juicio, bien pudieran ofrecerse como profesoras en la escuela Ñico López del PCC, dijo con ironía.
La periodista subrayó que no tenía “tiempo, ni interés en la izquierda ultraconservadora que hace sus compras en Walmart y que quiere que los pueblos vivan con la miseria y la represión con la que ellos o ellas no viven, sólo para mantener su fantasía infantil de revolución socialista, que al final ni es revolución ni es socialista”, concluyó.
Una amplia gama de intelectuales cubanas han reclamado históricamente como las expectativas de la izquierda radical internacional han mantenido vivo el prestigio internacional del gobierno de Cuba, usando como rehén el sufrimiento del pueblo de Cuba para construir el relato de sus luchas utópicas.
Archivado en: