Vídeos relacionados:
Fuerzas policiales de Bolivia detuvieron este sábado bajo cargos de “sedición y terrorismo” a la expresidenta interina Jeanine Áñez como parte de una serie de aprehensiones relacionadas con los eventos que llevaron a la salida del poder, y luego del país, al exmandatario Evo Morales en noviembre de 2019.
“Informo al pueblo boliviano que la señora Jeanine Áñez ya fue aprehendida y en este momento se encuentra en manos de la Policía”, escribió en Twitter Eduardo del Castillo, ministro de Gobierno de la actual administración encabezada por Luis Arce.
Lo más leído hoy:
La detención de Áñez, abogada y presidenta del Estado Plurinacional de Bolivia durante un año hasta noviembre último, se produjo en horas de la madrugada, poco después de que la Fiscalía ordenara la captura de 13 personas: seis altos mandos militares, un policía y seis civiles.
Tras su captura en las afueras de la ciudad boliviana de Trinidad, Áñez denunció en redes sociales lo que considera una arbitrariedad impulsada por Movimiento al Socialismo (MAS), la formación —históricamente liderada por Evo Morales— que retornó al poder con Arce en las últimas elecciones.
“Denuncio ante Bolivia y el mundo, que en un acto de abuso y persecución política el gobierno del MAS me ha mandado arrestar. Me acusa de haber participado en un golpe de estado que nunca ocurrió. Mis oraciones por Bolivia y por todos los bolivianos”, se lee en la cuenta personal de la exmandataria.
Los otros imputados por el Ministerio Público del país andino son Yuri Calderón, general de Policía; Jorge Gonzalo Terceros, general de la Fuerza Aérea; Jorge Elmer Fernández, general de división aérea; el vicealmirante Palmiro Gonzalo Jarjury; el almirante Flavio Gustavo Arce; Jorge Mendieta, general de Ejército y Williams Kaliman, general de Ejército.
Igualmente, se busca a miembros del gabinete y colaboradores políticos durante el mandato transitorio de Áñez: Arturo Murillo, Yerko Núñez, Luis Fernando López, Álvaro Guzmán y Álvaro Coimbra.
El primero en ser aprehendido fue el almirante Flavio Arce, quien se presentó voluntariamente y fungía como Comandante General de la Fuerza Naval Militar cuando el general Williams Kaliman pidió la renuncia de Morales en conferencia de prensa.
Kaliman —acusado de presuntos actos de “terrorismo, sedición y conspiración”— “sugirió” entonces al expresidente Morales “que renuncie a su mandato, permitiendo la pacificación y el mantenimiento de la estabilidad por el bien de nuestra Bolivia”, algo que habría hecho debido a la “escalada del conflicto” que vivía la nación luego de que la oposición cantara fraude en las elecciones de octubre de 2019.
La acusación contra estas figuras considera que se trató entonces de un “golpe de Estado” puesto que Kaliman, desde su cargo, habría solicitado “la renuncia de un Gobierno democráticamente electo”.
La víspera, Jeanine Áñez había escrito en redes sociales: “La persecución política ha comenzado. El MAS ha decidido volver a los estilos de la dictadura. Una pena porque Bolivia no necesita dictadores, necesita libertad y soluciones.”
Los delitos de sedición y terrorismo implican en Bolivia penas que van desde cinco hasta 20 años de cárcel, respectivamente.
Archivado en: