El director de la Guardia Nacional en Rusia (Rosgvardia), Víctor Zólotov, y el embajador de Cuba en Moscú, Julio Antonio Garmendía Peña, sostuvieron un encuentro para establecer contactos de cooperación entre las fuerzas epeciales de ambos países.
El servicio de prensa de la Guardia Nacional informó que este encuentro contribuye a la formación de una base sólida con vistas al futuro, a la vez que matizó algunos de los puntos claves que intercambiaron ambos representantes, según un reporte de la agencia rusa Sputnik.
Zólotov habló al diplomático cubano sobre las tropas Rosgvardia, fundamentalmente del papel que desempeña en el mantenimiento del orden público y seguridad.
El cubano se interesó también por temas como la lucha contra el terrorismo y extremismo, en la defensa de importantes instalaciones gubernamentales y el control de tráfico de armas en el país, menciona el reporte periodístico que no abundó en más detalles sobre la conversación sostenida por ambas partes.
Esta no sería la primera vez que ocurre un acercamiento entre Cuba y Rusia en materia militar, ya que finales de año trascendió el interés del país euroasiático por destinar tecnología a la isla, según el vicejefe del Servicio Federal para la Cooperación Técnico-Militar, Anatoli Punchuk.
En noviembre de 2019 Cuba pidió ayuda al Servicio Federal Penitenciario de Rusia para capacitar al personal que trabaja en las prisiones del país con "prácticas y metodología" , algo que autorizó el propio presidente Vladimir Putin.
El intercambio económico entre Cuba y Rusia superó los 500 millones de dólares, según datos de 2019 publicados por el gobierno comunista.
Una parte importante del capital financiero ha sido destinado a la rehabilitación del sistema ferroviario y las inversiones en el turismo, dos sectores que llaman la atención de los rusos, aunque recientemente se suspendieron varios proyectos por el incumplimiento de la parte cubana de algunas pautas.
El anuncio de los posibles acercamientos entre la Guardia Nacional de Rusia y el Ministerio del Interior de Cuba para hablar del mantenimiento del orden público y seguridad, despierta sospechas sobre el interés del régimen de actualizar su tecnología y maniobras para reprimir a opositores, activistas y personas que sean considerados alborotadores del orden constitucional.
De ser así, estaría completándose otro capítulo en el listado de acciones contra las protestas pacíficas que llevan adelante miembros de la sociedad civil independiente con el fin de defender la democracia y los derechos humanos en Cuba.
En tal sentido, el abogado y analista político Sergio Comas había adelantado a finales de 2019, con la aprobación del Decreto Ley 389 cómo se abría un marco legal para vigilar electrónicamente a los ciudadanos cubanos sin que un juez autorice el escrutinio.
Comas alertó que casualmente en Rusia se aprobaba un documento legislativo con similares intereses, lo cual puede ser fruto de la casualidad pero en la práctica se utiliza para reprimir a un sector de la sociedad que defiende la libertad de expresión.
"Que en nombre de la seguridad nacional Cuba y Rusia están activando mecanismos legales tan macabros contra la libertad de expresión, es el signo de una época más oscura que nos asecha. Estos son operativos combinados y no dudo que la dictadura cubana este devolviendo una receta mejorada que vino a Cuba en frasco de la Unión Soviética, pero que ya se ha perfilado Made in Cuba", mencionó Comas.
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