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CARACAS (Reuters) - El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y su esposa, Cilia Flores, recibieron este sábado la primera dosis de la vacuna rusa Sputnik V en Caracas, de acuerdo a imágenes transmitidas por la televisión estatal.
Maduro, vestido de blanco, dijo sentirse bien tras la inyección que recibió unos minutos antes que su esposa frente a las cámaras de televisión, al tiempo que comentó que confía en su efectividad.
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"Todos los estudios dicen que la vacuna rusa es una vacuna de gran poder para generar inmunidad (...) Con el favor de Dios y de la ciencia, la ciencia rusa", dijo Maduro segundos antes de recibir la dosis.
"Cilia es más valiente que yo, a mí sí me dolió (...) Pero bien, me siento bien", comentó tras ser inoculado.
El presidente venezolano destacó que han distribuido hasta la fecha el 60% de las 100.000 vacunas rusas que recibieron a inicios de febrero, en un proceso que prioriza en una primera etapa al personal médico, así como a funcionarios y diputados.
El país sudamericano ha invertido hasta ahora unos 200 millones de dólares para comprar 10 millones de dosis de la vacuna rusa, a la par que ha pedido sin éxito usar parte del oro que permanece en el Banco de Inglaterra para adquirir vacunas a través de la Organización Panamericana de la Salud.
El sábado al mediodía la televisora estatal transmitió imágenes de la llegada de un avión de la aerolínea estatal Conviasa, que movilizó desde Moscú un segundo lote de 100.000 vacunas Sputnik V, según informó el Ministerio de Salud.
La nación petrolera, golpeada por una severa crisis económica y bajo sanciones de Estados Unidos, también recibió 500.000 dosis de la vacuna china Sinopharm a principios de la semana y Maduro anunció que comenzarán a inmunizar a más personas con esas dosis a partir del lunes.
Venezuela ha reportado 141.356 casos de coronavirus desde marzo de 2020 y registra 1.371 muertes por la enfermedad, según los datos oficiales suministrados el viernes. Los números están muy por debajo de los infectados en otras naciones de la región.
Líderes políticos opositores y personal médico del país cuestionan esas cifras oficiales y aseguran que hay un subregistro de casos por la falta de pruebas suficientes para detectarlos.
Reporte de Corina Pons; editado por Luc Cohen y Carlos Serrano.
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