La policía cubana multó y denunció por presunta “actividad económica ilícita” a una enfermera en la Isla de la Juventud que pretendía vender a través de WhatsApp un paquete de leche en polvo que obtuvo en una bodega estatal por la libreta de abastecimiento.
La bolsa correspondía a su hijo más pequeño, quien tiene intolerancia a la lactosa. En una publicación del blog Periódico Pinero en Facebook, la mujer explicó que intentaba, con el dinero de la venta, adquirir pulpa de mango para hacerle jugo a su hijo, ya que este “no puede tan siquiera oler la leche” y “padece una mala absorción intestinal”.
“(…) Se le probaron todas las leches e incluso los yogures y todo le hizo daño, ni siquiera puede ingerir cuando se me enferma medicamentos que contengan lactosa, yo siempre he cambiado su leche por frutas y jugos, pero en vista de la escasez de las cosas y el precio que tienen, decidí venderla (…)”, dijo.
Según contó, después del anuncio en la red social el supuesto padre de un niño de un año la contactó mostrando interés por la bolsa de leche, y poco después varios policías estaban frente a su casa. “Habían ido a casa de mis vecinos preguntando por la que vendía leche, tenían a toda la cuadra movilizada”, aseguró.
Los policías le pidieron el carnet de identidad y procedieron de inmediato a hacer un registro de la casa de la enfermera, donde le encontraron dos paquetes de leche sellados y uno en uso, los cuales había adquirido en la bodega el día anterior.
Pese a explicar que no había nada ilegal en la posesión de las bolsas, la policía se las decomisó sin tener en cuenta que la hija mayor de la mujer, sí consumía ese alimento.
“Yo soy profesional de salud pública y doy a mis pacientes tratamientos diferenciados, porque cada persona es un ser único, pero, cuando llego a la policía veo que tratan a todos como delincuentes, no te respetan para nada, te gritan te maltratan y todo está bien”, lamentó.
“Me comunico con un fiscal militar y me dice que ese es el procedimiento, ¿en serio? Es decir que, para vender unos zapatos que se te quedaron, una bicicleta que ya no quieres, un carro, una bolsa de leche, tengo que pedir un autorizo a las autoridades, ¿entonces yo no soy dueña de nada de lo mío?, dijo.
Asimismo, expuso que le advirtieron que los grupos de WhatsApp eran ilegales. ¿Dónde se dice eso?, preguntó. “Hoy yo tuve que salir a PEDIR leche para mi hija y pregunto ¿A quién le importa eso?”, señaló.
“Soy Licenciada en Enfermería y ahora estoy terminando mi quinto año de Medicina, soy hija de padres revolucionarios e intachables, trabajadores que me inculcaron valores. Soy esposa de un profesional de salud pública e internacionalista, madre de dos niños a quien estoy educando con los mismos valores e ideales que me criaron a mí”, expresó.
Ante el desabastecimiento que golpea cotidianamente a los cubanos, muchos recurren a grupos de WhatsApp, donde se comercializan alimentos y artículos de primera necesidad que no se encuentran en los mercados estatales. En septiembre de 2020, una mujer fue arrestada en el municipio cabecera de la provincia de Artemisa por usar esa plataforma para vender productos como detergente líquido y en polvo, champú, espaguetti, pasta de dientes y aceite, entre otros.
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