Participantes en el acto de repudio e intento de desalojo contra la activista cubana Anyell Valdés Cruz, irrumpieron este lunes en las inmediaciones de la vivienda y pintaron de azul parte de la fachada, además de escribir en el suelo la consigna "Patria o Muerte, Venceremos" y "Viva Fidel".
Imágenes filmadas desde el interior de la vivienda mostraron el momento exacto en que varias de las personas que formaron parte del acto de repudio saltaron la cerca para pintar el lugar de la fachada donde estaba escrito Patria y Vida, en referencia al tema musical recientemente estrenado, que urge a un cambio democrático en Cuba.
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Las personas que vandalizaron los alrededores de la vivienda de Anyell Valdés, pintaron de azul los cristales de las ventanas, todo ello mientras los tres hijos de la activista lloraban aterrorizados en el interior del domicilio.
El perro de la casa también fue atacado. La familia sospecha que intentaron envenenarlo, aunque el animal no ha muerto. No obstante, el perro parece enfermo después de ingerir algo que le echaron, según pudo confirmar nuestro medio con personas cercanas a los activistas.
Junto a Anyell y su familia se encontraba el joven activista Adrián Rubio Santos, quien también estuvo acuartelado en la sede del Movimiento San Isidro, en La Habana Vieja.
Antes del acto vandálico, la intendente del municipio de Arroyo Naranjo y agentes de la Seguridad del Estado se personaron en las inmediaciones del lugar para intentar desalojar a Anyell y a su familia del domicilio donde viven desde hace cinco años.
Anyell Valdés Cruz, una de las activistas que se acuarteló en la sede del Movimiento San Isidro en el mes de noviembre, desde hace varias semanas viene denunciando que la policía política mantiene bajo estricta vigilancia la casa donde vive junto a sus tres hijos y a su madre, en Los Pinos, en el municipio Arroyo Naranjo.
El acto de repudio contra Anyell Valdés Cruz y su familia no dista de la virulencia con que fue atacada, hace una década ya, la Dama de Blanco Sara Marta Fonseca, al que se suman otros ejemplos más recientes.
Este mes, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) -organización con sede en Madrid- presentó ante Naciones Unidas una denuncia por los actos de repudio que sufren activistas y opositores en la isla por parte de miembros de las organizaciones sociales y de masas, instigados por el gobierno.
El documento recoge pruebas gráficas y documentales que confirman el "linchamiento social" al que son sometidos algunos ciudadanos dentro de la isla y presenta como ejemplos los casos de Iliana Hernández Cardosa y José Daniel Ferrer García, entre otros activistas.
La denuncia, que se presentó ante el Relator Especial sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos y degradantes, de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, exige "un pronunciamiento terminante de organismos internacionales de protección de derechos humanos".
El texto recordó también que los actos de repudio violan el artículo 51 de la Constitución de la República de Cuba, donde está establecido que "las personas no pueden ser sometidas a desaparición forzada, torturas ni tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes".
Durante 2020 ocurrieron en Cuba al menos 41 actos de repudio -según datos del OCDH- contra periodistas independientes, activistas políticos o individuos que disienten del gobierno.
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