El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) presentó ante Naciones Unidas una denuncia por los actos de repudio que sufren activistas y opositores en la isla a manos de miembros de las organizaciones sociales y de masas, instigados por el gobierno.
El documento, al que tuvimos acceso, recoge pruebas gráficas y documentales que demuestran el "linchamiento social" al que son sometidos algunos ciudadanos dentro de la isla y expone como ejemplos los casos de Iliana Hernández Cardosa, Claudia Genlui Hidalgo, Anamely Ramos González y José Daniel Ferrer García.
"Es una práctica represiva que hay que desterrar del panorama político cubano. Mucha represión organizada desde el gobierno y muy pocas soluciones para los problemas que agobian a la población", declaró a CiberCuba Yaxys Cires, director de Estrategia del OCDH.
Para Cires sería una buena oportunidad que Europa conozca a las ONGs que se presentan como miembros de la sociedad civil cubana y que protagonizan este tipo de agresiones que van en contra de todos los derechos humanos.
La denuncia, que se presentó ante el Relator Especial sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos y degradantes, de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, exige "un pronunciamiento terminante de organismos internacionales de protección de derechos humanos".
El texto recordó también que estos actos de repudio violan el artículo 51 de la Constitución de la República de Cuba, donde se establece que "las personas no pueden ser sometidas a desaparición forzada, torturas ni tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes".
En tal sentido, el OCDH responsabiliza al Partido Comunista como institución que "dirige el trabajo de las organizaciones de masas y sociales", al exponer a las víctimas a bochornos, intimidaciones, agresiones verbales, ofensas directas, frases y gestos obscenos que hacen referencia a la raza y el género.
"Igualmente, en las ocasiones en que las víctimas de actividades violatorias de los derechos humanos por parte del Estado cubano han acudido a los tribunales, sus recursos han sido inadmitidos o finalmente rechazados, extendiendo sobre los funcionarios un manto de impunidad", refirió la denuncia.
Durante 2020 ocurrieron en Cuba al menos 41 actos de repudio, según datos ofrecidos por el OCDH. A la lista de nombres antes mencionada se suman el de defensores de derechos humanos, periodistas independientes, activistas políticos o individuos que disienten de las políticas estatales que excluyen cualquier tipo de pluralismo político.
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