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La Seguridad del Estado mantiene bajo estricta vigilancia la casa de Anyell Valdés Cruz, una de las activistas que estuvo acuartelada en la sede del Movimiento San Isidro hasta el momento del desalojo, ocurrido el 26 de noviembre.
Desde entonces, Valdés Cruz, quien es madre de tres niños pequeños y vive junto a su madre en Los Pinos, en Arroyo Naranjo, ha sido asediada, vigilada e incluso detenida en algunas ocasiones.
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"Así amanecimos en casa de Anyell Valdes Cruz!!!!", publicó este jueves en sus redes sociales Adrián Rubio, otro de los huelguistas de San Isidro.
El asedio a Anyell Valdés es constante. A inicios de semana, Anamely Ramos denunció que había dos patrullas apostadas en las inmediaciones de la casa.
"¿Para qué? ¿Por qué? Recordamos que Anyell vive con tres niños y su madre anciana", escribió la activista desde México, que añadió a su publicación el hashtag #TodosSomoUno, devenido en uno de los lemas del grupo de acuartelados de San Isidro.
Anyell Valdés también estuvo bajo estricta vigilancia por parte de la Seguridad del Estado Cubana el pasado 27 de enero, e incluso denunció que ese día el candado de la puerta principal de su casa fue saboteado con un pedazo de metal dentro de la cerradura para evitar que pudiera salir a la calle.
Valdés Cruz fue una de las seis mujeres desalojadas de la sede de San Isidro, además de Ileana Hernández, Katherine Bisquet, Anamely Ramos, Omara Ruiz Urquiola, y Zuleidis Cepero, esta última, esposa de Esteban Rodríguez que había entrado al lugar para llevarle comida a su pareja, que recién había salido de la huelga de hambre.
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