El juicio político contra el expresidente Donald Trump relacionado con el asalto al Capitolio comenzará en la semana del 8 de febrero, anunció este viernes el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer.
La decisión fue resultado de una negociación con los republicanos del Senado, encabezados por Mitch McConnell, quien insistió en que el expresidente debía tener suficiente tiempo para preparar una defensa seria y garantizar así el debido proceso. Los demócratas eran partidarios de iniciar el juicio cuanto antes.
"Los republicanos del Senado creen firmemente que necesitamos un proceso completo y justo en el que el ex presidente pueda montar una defensa y el Senado pueda considerar adecuadamente las cuestiones de hecho, legales y constitucionales en juego", expresó McConnell.
El senador McComell había propuesto la fecha de comienzo del impeachment a mediados de febrero, pero las negociaciones parecen haber llegado a un punto intermedio con la designación de comienzarlo la segunda semana.
La urgencia de los demócratas por juzgar a Trump se complicó ante la necesidad de afincar la nueva administración para agilizar el paquete de ayuda por el coronavirus.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, demócrata por California, dijo que planea enviar el primer argumento de destitución el próximo lunes, lo que obliga a la defensa a comenzar oficialmente su trabajo y hace arrancar el reloj del proceso, aunque no comience el juicio hasta febrero.
El presidente Joe Biden afirmó este viernes que apoyaba el retraso, argumentado que el país y la nueva administración necesita ponerse “en marcha para hacer frente a estas crisis" de manera prioritaria.
Tras los discursos recientes del presidente, donde la palabra “unidad” ha sido una constante, es lógico suponer que este no quiera comenzar sus primeros días de gobierno con la mira de atención puesta sobre Trump, quien logró polarizar políticamente al país en los últimos 4 años.
De acuerdo a informaciones compartidas por Político, Trump ya ha comenzado a pensar en su defensa seriamente, pues el expresidente ha contratado los servicios de Butch Bowers, un abogado republicano de Carolina del Norte con experiencia en temas electorales.
Entre varios legisladores republicanos existe un malestar por el hecho de que el juicio sea realizado después de que Trump haya abandonado la presidencia. A lo que Shcummer respondió: “No tiene ningún sentido que un presidente o cualquier funcionario pueda cometer un crimen atroz contra nuestro país, y luego se le permita renunciar para evitar la rendición de cuentas y una votación para inhabilitarlo para futuros cargos”.
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