Ciudadanos cubanos de la provincia de Holguín pidieron a las autoridades cubanas que bajasen los precios o mejorasen la calidad de los productos que se ofertan en el mercado luego de la entrada en vigor de la unificación monetaria conocida como “tarea ordenamiento”.
En un reportaje para el noticiero de la televisión estatal, los holguineros expresaron sus opiniones sobre el impacto de la unificación monetaria y sugirieron “revisar los precios de productos y servicios”
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“La calidad del pan es crítica”, expresó una ciudadana en la cola para adquirir ese producto que forma parte de la Canasta Familiar Normada y que ha incrementado su precio 20 veces, pasando de cinco centavos a costar un peso.
Las quejas por la pésima calidad del pan son frecuentes entre la población cubana. Pero antes de la tarea ordenamiento comprar el pan no representaba un gasto significativo. Ahora, comprar el mismo pan con la mala calidad de siempre, se ha convertido para muchos cubanos en un cálculo imprescindible para sobrevivir y llegar a final de mes.
Alrededor de un 13% de la población rechazó comprar el pan normado tras la subida de su precio, que no guarda relación con la calidad del mismo, según reconoció la propia ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez.
Otros muchos cubanos han dejado de comprar alimentos normados por la libreta de abastecimiento tras la subida de precios que implicó el “ordenamiento monetario” este primero de enero.
Las autoridades han fijado el precio de la nueva canasta básica de bienes y servicios en 1.528 pesos por persona; y el de la paupérrima canasta básica normada, en 180 pesos, o sea 10 veces más que su anterior valor de 18 pesos.
Para la periodista del medio oficialista Periódico 26, Yelaine Martínez Herrera, “habría que revisar la coherencia entre la calidad y los precios. Habría que revisar, y rápido, la inflación de los precios en Las Tunas. Mi barrio parece un gallinero, la gente no habla de otra cosa. Se sacan cuentas, se compara. No puede ser que ‘algo’ cueste 6, 7, 8 o 9 veces más, sin que la calidad lo respalde. La desproporción no puede ser la palabra de orden”.
“Igual que siempre, de muy mala calidad”, contestó un holguinero al periodista del medio oficialista que le preguntó por el pan en el noticiero de mayor audiencia. “No está acorde al precio que tiene”, subrayó. “Hoy no sé, pero ayer estaba regulado”, respondió otra ciudadana. “Que mejorase un poquito. No sé, el gramaje”, sugirió tímidamente.
Cada vez es más común escuchar a los cubanos expresar su angustia e indignación por los precios y la calidad de los productos y servicios por los que pagan en una economía que ya está dolarizada, y que responde a una lógica económica capitalista de estado, en la que las élites desconfían de la liberación de las fuerzas productivas, pero abrazan el liberalismo que conviene a sus intereses.
Estas críticas en voz alta, expresadas fundamentalmente a través de redes sociales (aunque empiezan a ser frecuentes en medios oficialistas), han provocado la marcha atrás de algunas de las nuevas tarifas como la de la electricidad, el gas o el precio de los helados.
Las autoridades y los medios de comunicación a su servicio han mostrado la disposición de atender las críticas y demandas de la población, expresadas a través de estos medios. El propio reportaje del noticiero estelar afirmó que “las opiniones llaman a un reevaluación de las tarifas para que se tenga en cuenta el poder adquisitivo de los grupos más vulnerables”.
Uno de los entrevistados en el reportaje, un holguinero de la tercera edad, reconoció haber escuchado la Mesa Redonda del día anterior y esperaba que las autoridades fuesen justas con el tema de los precios. En la cola para tomar un helado, una usuaria se quejaba del aumento del precio de un peso a “cinco para arriba”.
La administradora de la bodega Precio Fijo, Nerisbel Cruz, admitió que los clientes reclamaban más calidad en el pan, en el yogur, la mortadela y el picadillo. “El yogur viene un día bueno y otro sin calidad, y se mantiene con el mismo precio”, lamentó.
“¿Cree usted que eso debería cambiar y que el precio se ajustase a la calidad?”, le preguntó el reportero Aliuban Moreira. “Habría que hacerse un estudio en el lácteo”, contestó vagamente la administradora de la bodega Precio Fijo, sorprendida por lo directo e inusual de la consulta.
Sin embargo, cada vez se escuchan con más frecuencia las voces de periodistas de los propios medios oficiales que se quejan de los problemas que aquejan a la población tras la entrada en vigor de la unificación monetaria.
"El día 0, que debía marcar diferencias, nos deja el amargo sabor de continuar con el mismo perro con diferente collar", opinaba el periodista de Juventud Rebelde, José Morales, en un post publicado en la red social Facebook en el que criticaba el mal estado del pan que ofertan las bodegas cubanas.
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