El médico cubano Alexander Pupo considera que en el ordenamiento monetario que desarrolla el gobierno de Cuba los dirigentes terminarán por destruir lo poco que queda de honorable en la Isla.
El galeno destacó que prefirió esperar unos días para ver si percibía algún beneficio directo en el pueblo. La breve espera solo le valió para ratificar que son "medidas desesperadas" que "lejos de mejorar la calidad de vida del cubano, terminarán por destruir la poca dignidad que queda en el país".
Pupo escribió un mensaje a sus seguidores en la red social Facebook, motivado por la tristeza y la desesperanza tras las fiestas de fin de año. En el texto se pregunta si los cubanos seguirán siendo un país esclavo, pero alegre cuando lleguen los meses de marzo o abril.
"He revisado cada uno de los aumentos de los precios y no hay que ser gran matemático para darnos cuenta de que la vaselina no era para introducirnos el dedo, sino un bate de aluminio con algunas estrías", indicó el galeno en referencia a la violencia de estas medidas económicas.
Pupo considera que con el fin de las "gratuidades costosas" y el aumento del precio de los medicamentos a nadie debería ocurrírsele a idea de hablar de "Salud Gratuita" en Cuba, pues "a pesar de que la atención médica sea gratis no creo que haya algún tipo de gratuidad en la descomunal y abusiva tarifa de los medicamentos en farmacias. Veremos cómo se ven afectados los pacientes más vulnerables a infecciones respiratorias, esos que dos o tres veces al año tienen que hacer ciclos de antibióticos, o esos otros que padecen de migraña o algún dolor crónico que los obliga a consumir analgésicos paulatinamente", indicó el médico.
Alexander rememoró a sus pacientes en el mensaje, y reflexionó sobre las dificultades que tendrán para pagar los medicamentos básicos como los analgésicos.
"Me imagino mis pacientes con radiculopatías sin criterio quirúrgico, síndrome postraumático, esos que para poder vivir en paz tienen que vivir sometidos a combinaciones de analgésicos relajantes musculares y antineuríticos, cómo la pasarán cuando tengan que destinar una gran parte de sus ingresos a pagar la "Salud Gratuita", narró Pupo.
En su mensaje Alexander considera que con el ordenamiento propuesto por el Gobierno, se definieron las clases sociales en Cuba, y no cree que luego de esto haya moral entre los gobernantes para hablar de socialismo, porque justamente las clases más desposeídas son las más afectadas.
"Electricidad, alimentos, transporte y salud, todo caro, más que en el capitalismo duro y cruel. ¿Devaluación monetaria? Que va, ustedes no devaluaron La Moneda, ustedes hicieron más cara de lo que ya era la vida del cubano", indicó en su mensaje de Facebook.
Al final de su texto Pupo se dirige al mandatario cubano Miguel Díaz-Canel y le exige que abandone su falso discurso socialista y sus políticas radicales.
"Basta ya de verborrea señor Díaz-Canel, basta ya de coprolalia, usted no es ni Socialista ni Comunista, sus políticas fascistas y fidelistas solo nos están llevando cada día más profundo en una miseria que obliga al cubano a emigrar hacia los más oscuros y recónditos lugares con tal de no seguir en la esclavitud, esa que por más de 60 años hemos vivido; porque trabajar por techo y comida es esclavitud aunque no se atrevan a admitirlo", aseguró el galeno cubano.
Para terminar su mensaje Alexander Pupo indicó que en su criterio este debe ser "el año del cubano de a pie" y auguró que la libertad para el pueblo y el juicio para el opresor están bien cerca. "La revolución somos nosotros", escribió en referencia a quienes plantan cara a las políticas abusivas del Estado contra la ciudadanía en Cuba.
El médico cubano Alexander Pupo Casas, fue obligado a renunciar al ejercicio de su carrera por sus denuncias contra el Gobierno cubano en redes sociales. En diciembre declaró en Facebook que tuvo que dejar su residencia médica en Neurocirugía.
“Hoy oficialmente dejo de ser residente de Neurocirugía. Guardaré la bata que bordé yo mismo y el cuño que diseñé a mi gusto. Pondré a buen resguardo mis pinzas, mi monopolar, mi martillo para reflejos, mi diapasón, mi termómetro digital, mi oxímetro, mi estetoscopio y esa minerva que sirvió para sujetar la vida de varias personas cuando lo necesitaron”, comentó.
En su post de cierre del año aprovechó para condenar las arbitrariedades del sistema educativo cubano y de las instituciones que expulsan, acosan y desprestigian a los estudiantes o trabajadores por sus posiciones políticas.
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