Cerca de 15000 cubanos se han presentado a las direcciones de Trabajo del país para buscar empleo, de ellos, más de 7200 aceptaron las ofertas disponibles.
Según un reportaje de diario oficialista Juventud Rebelde, la mayoría han sido jóvenes que acudieron tras el nuevo incremento salarial que forma parte del proceso de ordenamiento monetario que comenzó a aplicarse en el país.
En Guantánamo, en los últimos 20 días un total de 1349 personas solicitaron incorporarse al trabajo en el sector estatal, de acuerdo con datos aportados por Oscar Mendoza Pérez, subdirector de empleo de la Dirección Provincial de Trabajo (DPT).
En opinión del funcionario, en las dos décadas que lleva en esa actividad, nunca antes había visto que una medida ideada para incentivar el trabajo tuviera un impacto tan grande en tan breve periodo, y sobre todo, que casi la mitad de los interesados “aceptaran las plazas disponibles”.
En la provincia oriental, el 60 por ciento de los ahora trabajadores eran jóvenes sin ningún vínculo laboral que han sido ubicados en la construcción de obras en el sector turístico, en la Empresa Constructora Integral de la provincia (Guanco) y en la agricultura.
Otros 554 se incorporarán a tareas que el gobierno quiere priorizar en el país, como el sistema empresarial y la formación de oficiales en el Ministerio del Interior.
“Este inusitado proceso favorece las estadísticas en cuanto a empleo juvenil este año, que ya rebasa la cifra de 5000 muchachas y muchachos que se han sumado al sistema empresarial del territorio”, detalló Mendoza con regocijo.
En la esfera de la construcción quedan aún miles de plazas vacantes, fundamentalmente de operarios de equipos pesados, albañiles y mecánicos automotores. Sus dirigentes confían en que ahora regresen muchos antiguos obreros con experiencia en el oficio, que hace años se fueron a la actividad privada buscando más ganancias y menos esfuerzo.
Con el proceso de unificación monetaria que entró en vigor el primero de enero, los salarios en Cuba subieron pero el impacto real en la vida de los ciudadanos va a depender de los niveles de inflación que los propios funcionarios gubernamentales han reconocido que se producirá.
El gobierno cubano fijó el salario mínimo en 2100 pesos cubanos (CUP), alrededor de 87 dólares al cambio previsto de 24 por 1, una subida que va aparejada al incremento de bienes y servicios básicos que muchos temen no poder costear.
El gran resquemor de los expertos es que en medio de un escenario económico marcado por una pobre oferta, bajos niveles de producción y una marcada dependencia del mercado externo para abastecerse, el peso cubano sufra una devaluación catastrófica.
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