El Gobierno de Estados Unidos añadió este viernes al Banco Financiero International S.A. (BFI) a la lista negra de entidades cubanas que tienen prohibido negociar con compañías estadounidenses.
La sanción fue anunciada por el Secretario de Estado, Mike Pompeo, como parte de la Lista de Entidades Cubanas Restringidas (CRL) –también conocida como lista negra– del Departamento de Estado y surte efecto a partir de este 1ro de enero.
A través de un comunicado, Pompeo advirtió que el BFI es un banco comercial "controlado por militares que se beneficia directamente de las transacciones financieras a expensas del pueblo cubano" y que el motivo de la sanción es eliminar el control que tienen los militares cubanos del sector bancario de Cuba.
"El ejército cubano utiliza el papel clave de BFI en divisas para dar acceso preferencial a militares y empresas estatales, asegurar tipos de cambio ventajosos y financiar proyectos controlados por el gobierno que enriquecen al régimen", establece el documento.
El Departamento de Estado señaló que las ganancias que se obtienen de estas operaciones bancarias "benefician de manera desproporcionada a los militares cubanos en lugar de a los empresarios cubanos independientes".
Asimismo, estas operaciones controladas por los militares fomentan la represión hacia el pueblo cubano y "financian la interferencia" de Cuba en Venezuela.
"Agregar al BFI a la Lista Restringida de Cuba promueve el objetivo de la Administración [Trump] de evitar que el ejército cubano controle y se beneficie de transacciones financieras que deberían beneficiar al pueblo cubano".
El efecto de la medida podría alcanzar las operaciones que las aerolíneas estadounidenses American, Delta y Jet Blue realizan con el gobierno cubano a través del BFI.
El BFI es una entidad subordinada a la sombrilla corporativa del Grupo de Administración Empresarial (GAESA) que dirige el General Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, sancionado por Estados Unidos.
El canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla rechazó en redes sociales la nueva sanción del Departamento de Estado y aseguró que la CRL "pretende reforzar un cerco económico que no ha podido destruir a la Revolución Cubana en 62 años".
La medida podría ser derogada con una orden ejecutiva del presidente electo Joe Biden una vez que tome posesión de su cargo, pero es un proceso que implica trámites formales con un considerable tiempo de duración.
La política hacia Cuba de la administración del presidente Donald Trump se ha caracterizado por fuertes sanciones económicas contra empresas y entidades financieras controladas por el gobierno de la isla y a través de las cuales se beneficia económicamente "de manera desproporcionada" con respecto al pueblo.
Uno de los más recientes golpes económicos propinados por el Departamento de Estado al gobierno de la isla fue la prohibición de todo tipo de envío de remesas a Cuba que pasara por manos de empresas militares cubanas, un ramalazo para la financiera FINCIMEX S.A., que también fue incluida a mediados de 2020 a la CRL.
Junto a FINCIMEX, el Departamento de Estado realizó este año otras seis incorporaciones a la CRL: el Hotel Marqués de Cárdenas de Montehermoso y el Hotel Regis, en La Habana; el Hotel Playa Paraíso, en Ciego de Ávila; el Delfinario Cayo Naranjo, en Rafael Freyre, Holguín; el Centro de Buceo Varadero y el Centro Internacional de Buceo Gaviota Las Molas, según confirmó en junio pasado a CiberCuba un vocero del Departamento de Estado.
A pocos días de finalizar 2020, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro, incluyó también a FINCIMEX en su lista de personas y entidades bloqueadas, junto a Kave Coffee, S.A. y al Grupo de Administración Empresarial (GAESA), un conglomerado de empresas militares que domina la mayor parte de la economía cubana.
GAESA también estaba en la CRL desde 2017. Las tres entidades sancionadas utilizan cobertura en Panamá para escapar del control y las restricciones comerciales internacionales.
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