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El Capitolio Nacional de Cuba acogerá este jueves 17 de diciembre las honras fúnebres a Eusebio Leal, fallecido en julio pasado a los 77 años.
Sus cenizas estarán expuestas en el Salón de los Pasos Perdidos en el horario entre las 9:00 de la mañana y las 5:00 de la tarde. El acceso del público será por el costado de la calle San José hasta la entrada por el Paseo del Prado.
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El viernes 18 está planificada la despedida de Duelo Oficial, a la cual han confirmado su asistencia miembros de distintas organizaciones políticas cubanas, además de integrantes de la Oficina del Historiador.
Los restos se inhumarán ese mismo día en ceremonia familiar, a celebrarse en el Convento de San Francisco de Asís.
Eusebio Leal murió el 31 de julio de este 2020 tras una larga batalla contra el cáncer, aunque sus funerales fueron pospuestos a causa de la pandemia del COVID-19 en Cuba.
Leal nació el 11 de septiembre de 1942 y desde temprana edad fue discípulo del primer Historiador de la Ciudad, Emilio Roig de Leuchsenring. Graduado de la Facultad de Historia y Filosofía en 1979, sustituyó a su mentor en el cargo de Historiador a la muerte de este en 1981.
A pesar de su filiación católica fue admitido en el Comité Central del Partido Comunista cubano en el año 1991 y en 1994 fundó el entramado comercial Habaguanex, administrado por la Oficina del Historiador de la Ciudad de la Habana (OHCH), que permitió captar divisas para la reconstrucción del Centro Histórico de la Ciudad.
Entre sus obras más notables están la restauración de la Plaza Vieja, la del Gran Teatro de La Habana y la restauración del Capitolio Nacional, concebido para que volviera a ser la sede del Parlamento Cubano tras años de negación por parte del gobierno debido a su semejanza con el de Washington y su pasado republicano.
En muchas ocasiones su labor fue criticada al disponer la relocación de habitantes de la zona de La Habana Vieja en albergues, con el objetivo de recuperar antiguos inmuebles con valor patrimonial que pertenecieron a familias acaudaladas de la ciudad. Otros, en cambio, destacaban de él su crítica con "verbo florido" de algunas de las medidas más controvertidas del gobierno cubano, según refirió un artículo publicado por BBC a raíz de su muerte.
En 2012, escándalos de corrupción relacionados con empresas bajo el mando de la Oficina del Historiador, llevaron a la reducción del poder de Leal y la toma del control de algunas de estas entidades por parte de las Fuerzas Armadas cubanas, que hoy se encuentran en la lista de sancionadas por el gobierno de los Estados Unidos.
No obstante, Leal se mantuvo como una figura de culto dentro de la capital y en su espacio de La Habana Vieja, siendo uno de los cubanos con más reconocimientos a nivel nacional e internacional como la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio o Comendador de la Orden del Mérito de la República Federal Alemana.
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