El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel ha defendido que "la tarea de ordenamiento (monetario) destraba todos los temas pendientes de la economía" de la Isla, según recoge Cubadebate,
No obstante, el sucesor de Raúl Castro admite que la unificación de la moneda y cambiaria "no es una solución mágica", pero él confía en que conducirá al país a elevar la productividad y la eficiencia, añade el portal oficialista.
Por su parte, el ministro de Economía y vice primer ministro, Alejandro Gil, se refiere a la unificación monetaria como "una transformación profunda" y habla de una nueva "estrategia económico-social" del Gobierno cubano, de la que no da detalles.
En medio de la crisis galopante que sacude todo el país, el Gobierno cubano ha lanzado las campanas al vuelo y lo ha apostado todo al éxito de la unificación monetaria en el país.
En esencia, los portavoces del gobernante Partido Comunista destacan supuestos beneficios que traerá la desaparición del CUC, sin aclarar los efectos que esto tendrá sobre los bolsillos y los ahorros de los cubanos, que se empobrecerán con la devaluación que viene en camino, como defienden economistas independientes.
El Gobierno cubano cree que la doble moneda es lo único que impide "el avance de la actualización del modelo económico" del país, por ello identifica algunas consecuencias positivas que traerá la unificación monetaria para la Isla, aunque sin profundizar en ellas.
En primer lugar, destacan los supuestos beneficios que traerá la moneda única para el sector exportador, que recibirá mayores ingresos en CUP por los productos exportados; permitirá corregir precios, por lo que abaratará la producción nacional; creará incentivos para elevar la eficiencia y competitividad en el sector empresarial y favorecerá la sustitución de importaciones y la transparencia de la contabilidad.
Además, si todo sale al pie de los sueños del Gobierno cubano, al recibir más dinero por vender sus productos en el exterior, esas empresas exportadoras recortarán sus costos utilizando materias primas de origen nacional. Al exportar más, tendrán más divisas y eso, según Marino Murillo, beneficiará también al que no exporta y, si sus cálculos no fallan, ayudará a subir los sueldos de los trabajadores de estas compañías.
También recalcan que la unificación monetaria ayudará a corregir los precios relativos, de manera que será más barato fabricar algo con productos cubanos que importados. Y en esta vuelta a la normalidad consideran que "el mercado empezará a enviar señales diferentes a la economía".
Asimismo, consideran que la devaluación de la tasa de cambio y el ajuste de precios, acabarán con distorsiones en el balance empresarial ya que ahora mismo, el Gobierno cambia 1x1 el CUC por el peso cubano. Esto, admiten que ha provocado problemas de gestión, restricciones administrativas; años de acumulación de "un nivel grande de ineficiencia"; problemas de incentivos a los exportadores y desequilibrios macroeconómicos.
Esto, justifica la prensa oficialista, ha obligado al Gobierno a aprobar en los últimos años elevados déficits fiscales, debido a todo el dinero que ha tenido que inyectar del presupuesto del Estado a las empresas estatales para cuadrar la cuentas.
Y lo ejemplifican de la siguiente manera: "Una empresa exportadora vende en 500 dólares una tonelada de lo que produce, pero en pesos, cuando se suman los costos de importación y los nacionales, que incluyen el salario, el precio de esa empresa es 1000. Como el tipo de cambio es uno, recibe 500 pesos, y hay un déficit de los otros 500 pesos. Al no ser responsabilidad de la empresa, ese déficit es cubierto por el presupuesto del Estado".
Aunque desde el Gobierno cubano no explican cómo lo harán, aseguran que la unificación monetaria propuesta desde 2011 permitirá ajustar las relaciones entre el sector estatal y no estatal para conseguir que se puedan complementar; subir los salarios, las pensiones, las prestaciones de la Seguridad Social y el poder adquisitiva.
Subida del desempleo
Entre las sombras de la unificación monetaria, el Gobierno cubano reconoce que hay empresas estatales que tendrán que hacer un esfuerzo grande para sobrevivir a la devaluación de la moneda que se viene en camino. Para ello han pedido informes a expertos que auguran que muchas de esas compañías tendrán pérdidas en el primer año tras la reunificación de la moneda, por lo que ya están pensando alternativas para "calzarlas monetariamente" con subvenciones sujetas al compromiso de estas entidades sobre cómo salir del bache.
De no subsistir, desaparecerán y terminarán cerrando por lo que ya cuentan con que aumentará el desempleo, añaden.
Coinciden de esta forma con los vaticinios del economista cubano Elías Amor, que en entrevista concedida a CiberCuba alertó de la desaparición de un gran número de empresas estatales de la Isla, del aumento del paro y de un empobrecimiento de los cubanos de a pie.
Planes oficialistas para controlar la inflación
El gobernante PCC dice que está dándole vueltas a cómo evitar que la inflación de los precios mayoristas no se les vaya de las manos. Marino Murillo, el hombre que no ha conseguido implementar los Lineamientos de Raúl Castro desde 2011, dice que ha pensado ya en dos métodos para conseguirlo.
El primero es manteniendo precios centralizados "a un pequeño grupo de productos", entre los que entra el combustible. Y la segunda medida es topar precios mayoristas limitando la cantidad de veces que una empresa puede aumentar sus ganancias con ese producto.
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