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El candidato presidencial demócrata Joe Biden aseguró este lunes en Miami que sus ideales políticos están alejados del socialismo y el comunismo, y dijo que sus relaciones nunca fueron cordiales con dictadores como Fidel Castro y Vladimir Putin.
"¿Yo parezco socialista?", se cuestionó irónicamente Biden. "Me he enfrentado a todos esos dictadores que nos preocupan, a los Castro y a los Putin de este mundo... Nunca he tenido una relación cordial con ellos".
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Fue la única vez que el tema cubano se asomó tangencialmente la noche del lunes en el foro público, celebrado en el Pérez Art Museum de Miami (PAMM). El encuentro, que cerró la visita del exvicepresidente demócrata, fue auspiciado por la cadena NBC y conducido por el reconocido periodista Lester Holt. La audiencia tuvo oportunidad de hacerle preguntas sobre los temas de actualidad.
La declaración de Biden marcando distancia de las ideas socialistas se produjo en respuesta al abogado cubanoamericano Peter González, quien le preguntó cómo convencer a cubanos y venezolanos de Miami de que un voto por la candidatura demócrata el 3 de noviembre no es un voto por la extrema izquierda y el comunismo.
"No he pronunciado una sola sílaba que haga pensar que soy un socialista o un comunista", aseveró Biden.
Recordó que él es el candidato por el Partido Demócrata porque venció en las primarias a un socialista, en alusión al senador Bernie Sanders, y acotó que en su campaña siempre fue tildado de "demasiado centrista, demasiado moderado, demasiado claro".
El encuentro el público de Miami se prolongó por una hora y abordó los temas de máxima actualidad de cara a la venidera elección presidencial, entre ellos el coronavirus, la conducta del presidente Donald Trump ante la pandemia y el reclamo de reformas en los cuerpos policiales de la nación.
Biden dijo que es partidario de incrementar los fondos a los cuerpos policiales, porque considera que la gran mayoría de los policías son "personas honorables que arriesgan sus vidas todos los días cuando salen de sus casas a preservar el orden en las calles".
Pero comentó que en todas las profesiones hay "manzanas podridas" y no puede pensar que en un departamento policial no haya voluntad para eliminar un mal policía, "porque eso los mancha a todos".
Y a la vez fue enérgico contra los manifestantes violentos, desmarcándose de las críticas que lo identifican como partidario de las destructivas protestas que han proliferado en el país.
"Hay derecho a manifestarse de forma pacífica, pero cuando se empieza a romper ventanas, quemar lugares y practicar la violencia, esas personas deben ser arrestadas y responder por ello", expresó el exvicepresidente.
Explicó que su propuesta es llevar a la Casa Blanca a policías, sindicatos grupos de derechos civiles, entre otros, para discutir y decidir cómo realizar una reforma policial en el país, y anunció que también promoverá programas de entrenamiento de sensibilidad y de vigilancia policiaca para que los agentes y las comunidades puedan conocerse mejor.
Pero la mayor parte del foro estuvo centrada en la crisis de la pandemia y el comportamiento del presidente Trump, apenas hora y media después de que saliera de alta del hospital militar Walter Reed en Bethesda, Maryland.
"Me alegra que el presidente esté mejorando, pero quisiera que comunicara el mensaje correcto al país... Las máscaras salvan vidas y evitan la propagación de la enfermedad, y no se puede decir que no debe temerse al virus. Es muy preocupante, no se puede dar el mensaje de no preocuparse", dijo Biden respecto a los comentarios de Trump sobre no dejarse atemorizar por el COVID-19 y quitarse la mascarilla al llegar a la Casa Blanca.
Agregó sentirse satisfecho con que Trump tuviera el mejor cuidado médico del mundo tras contraer el coronavirus, pero señaló que la mayoría de los estadounidenses no tendrían esa misma atención si se enfermaran.
"Usar la mascarilla es una responsabilidad patriótica para proteger a los que están a su alrededor, enfatizó Biden.
Holt le preguntó si creía que el presidente era responsable por haber contraído el virus, como piensa el 65 % de los estadounidenses en una reciente encuesta.
“Cualquiera que se contagia diciendo que las mascarillas no importan, que el distanciamiento social no importa, creo que es responsable de lo que le suceda’‘, respondió Biden.
Interrogado sobre su plan para enfrentar la pandemia y unir al país ante una situación inédita de tensiones sociales, el candidato demócrata dijo que impondría el uso obligatorio de mascarillas en las instalaciones federales, coordinará estrategias con los gobernadores estatales para el control de la enfermedad y aseguraría pruebas regulares para toda la población.
Añadió que elaboraría un programa para que las escuelas pueden abrir de manera segura, con equipo de protección entregado a los maestros.
"Tenemos que recuperar el país y volver a hablar unos con otros con respeto", manifestó.
Casi al finalizar la charla con los votantes, Biden se definió como "un presidente de transición" con respecto a los intereses de las nuevas generaciones de estadounidenses.
Ante la pregunta sobre los retos de los jóvenes para encontrar oportunidades de empleo y sobreviven, Bidel reconoció que la "nueva generación está en un atolladero, endeudados y sin opciones de empleo".
Dijo que reduciría en $10 000 dólares las deudas estudiantiles para cada persona y crearía alternativas de crédito de $15 000 dólares para quienes compran su primera vivienda.
"Ustedes son el futuro y yo me considero un presidente de transición hacia la generación mejor educada y menos prejuiciosa... Cuento con ustedes", concluyó.
La visita de Biden se produjo en momentos en que una reciente encuesta le otorga una ventaja de 57% a 37% sobre Trump entre los electores del condado Miami-Dade, el más poblado de la Florida y clave para ganar los 29 votos electorales del estado. Según el sondeo de Bendixen & Amandi International y el diario The Miami Herald, los electores cubanoamericanos favorecen ampliamente al presidente sobre el candidato demócrata, pero la situación cambia respecto al resto de los votantes latinos y la población en general.
Biden podría retornar a Miami en apenas 10 días para participar en el segundo debate presidencial, si finalmente logra realizarse en la fecha prevista del 15 de octubre. La celebración de esta segunda ronda de intercambio entre los candidatos republicano y demócrata es aún incierta, debido a la situación de salud de Trump.
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