Vive en Mayabeque aunque a estas alturas debería residir en Estados Unidos. A sus 50 años, esta madre cubana, que lleva 28 de matrimonio, se ha llevado una desilusión muy grande. El Ministerio del Interior (MININT) no la autoriza a salir del país y en 48 horas (este viernes) se le vence el visado que le dieron en marzo pasado en Guyana.
Esta última semana ha sido para ella un infierno. Cada vez que llama al 18808, el teléfono de información de la Dirección de Inmigración y Extranjería, le dan una explicación que la convence menos que la anterior. El jueves de la semana pasada le dijeron que no puede salir de la Isla por no ser residente en el exterior ni tener una ciudadanía distinta a la cubana.
Sin embargo, al día siguiente le respondieron que no puede subir a un vuelo humanitario para llegar a Estados Unidos a través de un tercer país porque las aerolíneas son las que eligen a los pasajeros, algo que compañías como Iberia y Copa Airlines están cansadas de desmentir.
"Escribimos al Minrex, a Asuntos Consulares, al DIIE, y la respuesta es la misma: no podemos viajar. ¿Dónde están los derechos que tenemos por algo que es nuestro y nos ha costado tanto?", se pregunta.
"Son unos ineptos, unos falta de ética y respeto. A todos nos dan una respuesta diferente y tratan de quitarse la responsabilidad. Lo real es que no salimos por capricho. Nos bloqueamos nosotros mismos", se queja a CiberCuba.
El camino para emigrar ha sido tortuoso. Lleva seis años y medio de trámites, cuando lo normal es que este proceso migratorio conocido como Programa Parole de Reunificación Familiar hubiera durado 24 meses. Durante todo este tiempo, su hija ha cumplido la mayoría de edad y se ha quedado fuera del proceso F2A, del que puede beneficiarse un cónyuge o hijo menor de un residente permanente en Estados Unidos.
En su camino se cruzaron primero los ataques acústicos, que en marzo de 2018 dejaron a la Embajada de Estados Unidos en La Habana operando con el personal mínimo. Después vino el 'impasse' previo a la designación de las embajadas norteamericanas en Guyana o Bogotá como lugares alternativos para pasar la entrevista del visado. "Llevamos años de angustias y malos momentos", dice.
Finalmente logró volar a Georgetown y consiguió el visado para reunirse con su esposo, pero el coronavirus y el cierre de fronteras en Guyana, Estados Unidos y Cuba se cruzó en su camino.
"Ahora después del engorroso viaje que representa ir a otro país que no es el nuestro para las esperadas entrevistas y tener finalmente las visas en mano, el 21 de marzo pudimos regresar a Cuba en el único vuelo organizado por un locutor de radio llamado Ballesteros. Eso fue un atropello. Allí también en el aeropuerto, nos sacaron después de todo coordinado y nos dijeron que se suspendía el vuelo. Algunos nos mantuvimos firmes y no nos fuimos de ahí hasta que pudimos llegar a La Habana, en la noche, desde la madrugada del día anterior", cuenta a CiberCuba.
"Era venir en ese vuelo o quedarnos en Guyana hasta no se sabía cuándo. Y en el desespero, salimos para acá, porque dónde mejor que en nuestros hogares para pasar la pandemia. No pensamos que iban a ser tantos meses ni que nuestras visas pudieran expirar", lamenta.
Tras el cierre de las fronteras cubanas, el 24 de marzo, el MININT estableció un permiso de salida "coyuntural" por la pandemia similar a la "carta blanca", que eliminó el gobernante Raúl Castro en 2013.
"Ahora el MININT no nos da la posibilidad de viajar en los vuelos humanitarios, cuando en tema de pandemia no representamos ningún peligro para el país porque vamos a salir, no a entrar. Es abusivo lo que están haciendo. Miles de personas han perdido sus visas y ¿saben lo que representa tener que volver a Guyana para que nos den una nueva visa? Pagar, pagar y pagar: pasaje, chequeo médico, estancia... Aparte de solicitar una nueva cita. Esto representa meses de espera y una nueva agonía", explica.
"Sólo me quedan menos de dos días para el vencimiento de mi visa y nada de respuestas. Como yo, hay muchas personas en la misma situación en espera de una contestación y nadie se proyecta", apunta.
Es vergonzoso ver cómo madres con dos y tres niños y ancianos tiene que viajar solos (a Guyana) porque los costes son inmensos y a veces el familiar no lo puede acompañar. Y todo el trabajo que ahí se pasa, porque es estresante. Por favor ayúdennos. Somos seres humanos que sólo queremos cumplir un sueño y reunirnos con nuestros familiares. Y adopten medidas en esta Embajada de EE.UU. en Cuba, que es la nuestra, para no tener que volver a Guyana y se pueda resolver todo aquí. Ayúdennos a los que todavía estamos a tiempo de poder viajar en estos vuelos humanitarios".
Cientos de cubanos permanecen varados dentro y fuera de la Isla, sin poder entrar o salir del país debido al cierre de fronteras impuesto por el Gobierno cubano tras la evolución negativa de los casos de coronavirus.
El MININT mantiene paralizadas las salidas. Aunque han intentado culpar a las embajadas, diciendo que tienen que enviarles una nota verbal con los nombres de las personas autorizadas a viajar, una funcionaria de Extranjería ha reconocido que son ellos quienes se ocupan de dar los permisos de salida.
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