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El alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez, informó que había vetado una iniciativa que permitiría a los ciudadanos supervisar los procedimientos de los oficiales del Departamento de Policía del condado.
El proyecto había sido impulsado por los comisionados, quienes el pasado 8 de julio aprobaron un plan para que los votantes decidieran -mediante una enmienda en la boleta electoral de los comicios de noviembre- si la Policía local necesitaba otra capa de revisión con un Panel Civil Independiente, informó el diario Local 10.
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Al respecto, Giménez publicó una declaración en la que reafirma su veto a la medida, alegando que los "agentes de la ley trabajan muy duro todos los días para generar confianza con todos los sectores de nuestra comunidad".
"Tenemos una serie de programas de alcance comunitario reconocidos a nivel nacional, cámaras corporales para la policía, capas de supervisión policial federal, estatal y local y una política de tolerancia cero para los abusos, todo para garantizar que nuestros oficiales traten a todos con el respeto que merecen", afirmó el alcalde.
Asimismo, dijo estar "orgulloso del trabajo que el Departamento de Policía de Miami-Dade está haciendo para continuar construyendo la confianza pública".
El alcalde aseguró estar totalmente de acuerdo con tener un Panel de Revisión Independiente para verificar los procedimientos de aplicación de la ley y garantizar que se sigan, pero consideró que "desafortunadamente, la enmienda tal como está escrita no proporciona una exención clara para que los empleados del Condado o los funcionarios electos sean citados".
Expresó, no obstante, su deseo de continuar protegiendo a la comunidad con políticas y prácticas justas e imparciales.
Los procedimientos policiales en Estados Unidos se encuentran bajo la mira desde el asesinato del afroamericano George Floyd el pasado 25 de mayo a manos de un policía en Minneapolis.
Tras varios días de disturbios por este hecho, los cuerpos policiales de Florida anunciaron algunos cambios que garantizarían el fin de la brutalidad policial.
El 11 de junio, la Policía de Miami-Dade prohibió a sus oficiales ejercer presión sobre el cuello de los detenidos.
Entre los efectos de las presiones sociales sobre los cuerpos policiales está el caso de la ciudad de Hallandale Beach, en el condado de Broward, donde renunciaron a sus puestos 10 integrantes de un equipo SWAT, debido al "clima político actual".
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