El fundador y coordinador nacional del partido político Voluntad Popular en Venezuela, Leopoldo López, dijo que cuenta con abogados para establecer una demanda por difamación contra el cubano David Rivera, excongresista federal.
Según López, Rivera ha levantado falsas declaraciones con la intención de dañar su reputación, la integridad de su nombre y la causa por la que ha luchado durante muchos años, de acuerdo con información obtenida por Diario Las Américas.
Rivera, quien opera la firma Interamerica Consulting, ha señalado a López por presuntamente participar en un plan para beneficiar al régimen venezolano, dijeron los abogados.
El cubanoamericano ha sido acusado de haber recibido pagos millonarios por servicios al gobierno de Nicolás Maduro, tras firmar un contrato con la compañía petrolera estatal venezolana, Petróleos de Venezuela, SA, (PDVSA), en 2017.
El pasado 13 de mayo se presentó una demanda contra Rivera formalmente en un tribunal federal de Nueva York, después de que este incumpliera el acuerdo de “servicios de consultoría estratégica” por $50 millones.
Una subsidiaria de PDVSA en Estados Unidos dijo haber desembolsado $15 millones con destino a Internamerican Consulting, la firma de Rivera. La tarifa de contrato se elevaba a $50 millones por tres meses, pero la compañía de Rivera incumplió los acuerdos, lo cual condujo a una demanda interpuesta por PDV USA ante un tribunal del distrito de Manhattan.
Pero el cubanoamericano, un republicano conocido por su férrea postura anticastrista, quiso redirigir la atención hacia otros supuestos responsables, entre los cuales salió a relucir el nombre de Leopoldo López.
“Esta fue una operación dirigida por los presos políticos del Citgo 6 y miembros de la oposición venezolana, incluyendo a Leopoldo López, para financiar actividades contra el régimen de Maduro, incluyendo las protestas del verano del 2017. El cien por ciento de los recursos fueron utilizados por la dirección de la oposición venezolana”, dijo en un comunicado.
No es el primer litigio legal en que se ve envuelto el exlegislador cubanoamericano. Por ejemplo, en 2019, un juez federal restableció los cargos de financiamiento de campaña en su contra por su supuesta contribución de $70,000 a un candidato demócrata a las elecciones primarias que esperaba debilitaría a su oponente de las elecciones generales de 2012.
Por demás, el grupo de vigilancia Ciudadanos por la Responsabilidad y la Ética en Washington calificó a Rivera como uno de los miembros "más corruptos" del Congreso en 2012.
López, por su parte, es un líder político venezolano que ha luchado contra el régimen de Nicolás Maduro desde 2013. Por su posición, ha sufrido hostigamiento sistemático, tortura e incluso años de aislamiento en una prisión militar.
Sus acciones han sido reconocidas por líderes políticos de renombre como el ganador del Premio Nobel de la Paz Lech Walesa, y también por organizaciones internacionales como Amnistía Internacional.
El equipo legal contratado por López está integrado, entre otros, por el profesor David Mills de Stanford Law School, y por David Kobel, socio de la firma Kirby McInerney LLP, especialista en litigios con sede en la ciudad de Nueva York.
Ambos trabajan en conjunto con Juan Carlos Gutiérrez, abogado venezolano con vasta experiencia en la lucha por la justicia y la libertad en su país.
En una declaración de 2012, Rivera, aliado político del senador cubanoamericano Marco Rubio criticó al entonces presidente Barack Obama por hacer la "vista gorda" ante la amenaza global planteada por Venezuela, liderada en ese momento por el mentor político de Maduro, Hugo Chávez.
Rubio comentó que, de ser ciertas las acusaciones a Rivera, serían “noticias profundamente decepcionantes”.
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