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Luego de la aprobación a fines de marzo del mayor paquete de estímulo económico en la historia de Estados Unidos, bajo el CARES Act, mucho se ha hablado sobre la posibilidad de aprobar otro gran plan de alivio para los estadounidenses, seriamente afectados por la pandemia del coronavirus.
De uno y otro lado de la banca del Senado se cuecen proyectos de ley encaminados a propulsar la economía nacional, en general, y el bolsillo de la ciudadanía, en particular.
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Promovido por el Partido Demócrata, el HEROES Act es uno de ellos; sin embargo, dado su exagerado alcance de tres billones de dólares, aún no se logra un consenso final al respecto.
Como alternativa a ese plan, el Partido Republicano aboga por uno más coherente con los tiempos que corren, es decir, en vez de destinar el monto propuesto por los demócratas, los republicanos se inclinan por aprobar uno por un monto menor, teniendo en cuenta ciertos factores de peso que, a todas luces, hay que considerar.
Prioridades de un siguiente paquete
Puede ser que, en efecto, se apruebe otro paquete de ayuda económica, pero de suceder no llegaría hasta julio o agosto venideros. Según ha dicho la administración Trump, las prioridades para ese posible plan tendrán que estar dirigidas a lo siguiente:
- Reducción de los impuestos sobre la nómina.
- Bono en efectivo por regreso al trabajo.
- Posible extensión de prestaciones por desempleo.
- Deducciones fiscales.
- Protección de responsabilidad civil para las empresas.
Ventajas de un nuevo plan de alivio económico
Si definitivamente se aprobara otro paquete, los estadounidenses se beneficiarían con un nuevo cheque de estímulo, quizás otro de $1200 para los solteros y $2400 para los casados, como ya ocurrió con el CARES Act (algunas propuestas hablan de montos más altos, pero una cifra similar a la anterior parece ser la más probable).
Sea uno u otro monto, el dinero representaría una ayuda, sobre todo si se toma en cuenta que casi un tercio de la ciudadanía usó sus cheques para pagar alquileres e hipotecas; uno de cada 10 lo empleó para comprar alimentos y productos de higiene (encaminados a evitar el contagio por el COVID-19, principalmente) y alrededor del 15% lo guardó por si surge alguna emergencia, mayormente relacionada con la pandemia.
Los pequeños negocios también serían beneficiados, porque aquellos que aún no han podido obtener financiación proveniente de los préstamos y las subvenciones federales podrían solicitar ayuda financiera, sea a través del Economic Injury Disaster Loan (EIDL) o el Paycheck Protection Program (PPP), por ejemplo.
Desventajas de otro plan de estímulo financiero
Al margen de las ventajas mencionadas, el hecho de aprobar otro paquete de ayuda económica también tiene sus desventajas:
- En primer lugar, representaría una nueva gran factura de gastos para el Gobierno.
- En segundo, frenaría el interés de los más de 40 millones de desempleados por buscar empleo.
- En tercero, desestimularía a la economía cuando lo imprescindible es que ocurra lo contrario.
Actual panorama económico
Muchos se están preguntando por qué no se ha aprobado ya ese siguiente paquete de alivio financiero. Independientemente de que todas las propuestas sobre la mesa deben ser aprobadas con un consenso bipartidista, también hay que considerar otras razones del aplazamiento relacionadas con el modo en el que se está desenvolviendo la economía.
Contrario a lo que se pensaba, la tasa de desempleo en EE.UU. bajó al 13,3% en mayo luego de que en abril fuera del 14,7%. Justo entre esos dos meses, y también en contra de lo previsto, se crearon 2,5 millones de nuevos empleos.
La gradual reapertura de la economía en varios estados y el cambio en los patrones de compra de productos por parte de los estadounidenses confinados en casa dieron un impulso al mercado laboral y, hoy, el panorama pinta de otro color.
Obviamente, también hay que tener en cuenta que, más que un paquete de alivio financiero, lo que más urge ahora mismo es reactivar a la economía en sí. Motivos de sobra tenemos.
Según la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER por su sigla en inglés), entramos en fase de recesión desde febrero. Y si bien la tasa de desempleo ha caído, aún sigue siendo mayor que en cualquier otra recesión. A ello se añade la predicción del Banco Mundial de que nuestro país se contraerá el 6,1% este año, claramente, si no hacemos lo necesario para impedirlo.
Alternativas para fomentar la economía
Por todas las razones antes citadas es que se han dado a conocer propuestas como las siguientes:
- Otorgar un bono semanal de regreso al trabajo de $450 dólares, aparte del salario, a todos aquellos que retornen a sus labores, en vez de seguir dando los $600 dólares semanales por seguro de desempleo.
El autor de esta propuesta, el senador republicano Rob Portman, dijo en una entrevista con Fox News que “esos $600 dólares semanales desestimulan a los desempleados a regresar a sus empleos, porque muchos de ellos están ganando más actualmente que mientras trabajaban”.
- Brindar una exención de impuestos sobre la nómina.
El presidente Donald Trump ha expresado su interés en que algo así sea incluido en un posible próximo paquete de ayuda. La medida eliminaría impuestos del Social Security (SS) y el Medicare, usualmente cobrados al procesar las nóminas.
Los impuestos del SS equivalen al 6,2% del salario hasta los primeros $137 000 dólares, mientras que los del Medicare representan el 1,45%. De aprobarse esta propuesta, los costos laborales tanto para empleadores como para empleados serían menores y los cheques de los trabajadores serían mayores.
- Otorgar un crédito fiscal para la capacitación mediante la puesta en marcha de la Skills Renewal Act.
Con un apoyo bipartidista, esta Ley de Renovación de Habilidades otorgaría un crédito fiscal de $4000 dólares a los empleados que perdieron sus empleos a causa del coronavirus.
Dichos trabajadores podrían acceder a capacitaciones online de dos o cuatro años (como ciertas certificaciones y pasantías especializadas) hasta fines del año 2021. La idea es ayudarlos a obtener habilidades con una alta demanda en los próximos años.
¿Para dónde se inclinará la balanza? Habrá que verlo. Particularmente, me decanto porque se aprueben medidas y leyes a favor de la reactivación de la economía y, de aprobarse otro paquete, que este no exceda el billón de dólares para fortalecernos económicamente en un plazo de seis meses.
La actual administración ya ha aprobado suficientes medidas de corte financiero que han ayudado a millones de empresas y ciudadanos, y aún lo siguen haciendo, sin dejar de mencionar a los estados y los condados, que también han hecho su parte.
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