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Aunque son siete las nuevas entidades cubanas sancionadas por el Departamento de Estado de Estados Unidos, toda la atención de la isla está puesta en una: la financiera Fincimex, encargada de gestionar los $3.500 millones que anualmente llegan por concepto de remesas enviadas a residentes en el país.
Si bien aún no se conocen en detalle las implicaciones que la medida tendrá para Fincimex, incluida en el listado de 235 empresas restringidas por el Departamento de Estado por ser propiedad o estar bajo el control de los servicios militares, de inteligencia y de seguridad de la isla, los cubanos están convencidos de que la decisión “nos rayará la pintura”, como popularmente dicen cuando algo los afecta.
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Datos de The Havana Consulting Group, con sede en Miami, indican que un 45 por ciento del dinero que llega a Cuba por concepto de remesas lo hace por vías informales, pero la mayoría de los envíos oficiales se hace a través de Western Union.
Constituida en Panamá como una sociedad privada cubana en 1984, Fincimex es una subsidiaria de Cimex, entidad perteneciente al Grupo de Administración de Empresas (GAESA), que a su vez es controlada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
A la vez, American International Services (AIS), una sucursal de Cimex, está asociada con todos los operadores de remesas a Cuba, no solo en Estados Unidos, sino en el resto de América y Europa.
“Lo que está ocurriendo me deja más que preocupada porque nos están cerrando el cerco; sin embargo, a veces hacen falta medidas radicales para lograr cambios radicales. Por eso no me lamento ni un día de haberle permitido a mi hijo que se quedara allá como ilegal hasta que pueda solicitar la residencia", dice Marisela, quien tiene un hijo menor de 21 años viviendo en Miami.
"Trump está apretando la mano, pero es el único modo de que los vividores de aquí acaben de salir por el techo", añadió la mujer.
"Ya está bueno de que nos controlen cada peso que tenemos los cubanos de a pie, mientras los dirigentes se llenan los bolsillos a costa de nuestro trabajo”, explicó convencida.
A tenor con lo que asegura un arrendatario privado de Viñales, Pinar del Río, “si ya antes del coronavirus, una de las mayores fuentes de ingreso de divisa eran las remesas, imagina qué será de nosotros si se ven afectadas grandemente ahora que ni turismo tenemos".
"Con los truenos que están cayendo, la que se avecina no será fácil. Este es el tiro de gracia", comentó el emprendedor pinareño.
Las sanciones anunciadas por el Departamento podrán, incluso, afectar todas las operaciones de tarjetas magnéticas dentro de Cuba, y que están bajo la gestión y el control de Fincimex.
“Es lo que nos faltaba para tocar fondo, e impactará negativamente en todo el desarrollo cubano y de manera particular en la actividad de alojamiento. Fincimex es la única que procesa las tarjetas electrónicas y las de Visa y Mastercard, que usan muchos extranjeros aquí. Además, está relacionada con Airbnb, a quien le debemos un número considerable de nuestros huéspedes y que nos permite cobrar a través de tarjetas AIS”, expone el cuentapropista a Cibercuba por vía telefónica.
De acuerdo con el jurista Arnaldo, “a mí lo que me da gracia es que el canciller cubano diga que la lista incluye a entidades que están ‘supuestamente’ vinculadas al sector de la defensa y la seguridad nacional, cuando es la pura verdad. Todo el mundo sabe que son empresas que pertenecen al todopoderoso GAESA.
“¿Por qué no les quitan todas esas entidades a los militares? Cada vez son más las posesiones de ese grupo dirigido por soldados y no por simples civiles. Allí se concentran las verdaderas riquezas de este país y Trump no es bobo, sabe que atacándolas se pone más cerca de asfixiar al gobierno”, consideró el abogado recién graduado.
Así lo confirma el comentario del forista Bavaro41 en Cubadebate: “Por qué un sector tan importante como la hotelería pertenece en gran medida a GAESA? ¿Para qué tenemos el Ministerio de Turismo? No dudo que Estados Unidos busque otro pretexto y los bloquee también, pero la excusa de que pertenecen a una institución armada se la estamos dando nosotros. Las fuerzas armadas son para defender nuestra soberanía militarmente, solo para eso”.
En ese mismo sitio oficialista, Dustin expresa que “da igual a qué ministerio pertenezcan las empresas cubanas, al final todo el dinero que entra a este país va para un mismo saco y se lo reparten las mismas personas. Si son inteligentes mueven las empresas que quedan sin sanción en las FAR para otros ministerios, para que al menos esa no sea la justificación de la sanción”.
No obstante, Eugenio entiende que la solución no está en enmascarar las empresas militares, porque siempre habrá forma de descubrirlas. “La militarización de la economía, que tanto se ha ido afianzando desde que Raúl[Castro] tomó el mando del país, solo nos perjudica. GAESA es un pulpo que se ha ido apropiando de todo lo valioso y no es un secreto que es la familia real, la de los Castro Ruz, la que está detrás de él".
Eugenio cree que no es descabellado que "Trump quiera tirarles con todo".
"Lo jodido es que en el medio de esa balacera estamos nosotros, que somos los que terminamos pagando las consecuencias. Ahora sí, adiós Western Union, adiós tarjetas AIS, adiós mejoría. Como diría en materia de boxeo, nos han puesto contra las cuerdas".
Unos 20 agentes operadores de Estados Unidos, Europa y América Latina que tramitan remesas a Cuba lo hacen en virtud de un contrato firmado con American International Services (AIS), una sucursal de CIMEX radicada en Panamá desde 1988. La tarjeta AIS sirve para múltiples transacciones, incluyendo los pagos de Airbnb.
“La gente va a pensarlo dos veces antes de negociar con empresas sancionadas por el Departamento de Estado norteamericano. Tal vez es el tipo de cosa que necesitamos para acabar de tocar fondo y reestructurar este país de forma tal que la precariedad económica no nos mate de hambre”, concluyó el ex profesor universitario.
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