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El secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, declaró públicamente que no está a favor de convocar a las Fuerzas Armadas para sofocar las protestas que se han efectuado en muchas ciudades del país por la muerte de George Floyd.
El jefe del Pentágono dijo que la Ley de Insurrección, que autoriza el despliegue del Ejército en las calles, “solo debería usarse como último recurso y en caso de las situaciones más urgentes y extremas”.
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En su opinión, “la Guardia Nacional encaja mejor” en este tipo de situaciones que se dan dentro del territorio.
“Digo esto no solo como secretario de Defensa, sino también como antiguo soldado y exmiembro de la Guardia Nacional”, recalcó.
De este modo Esper toma distancia del presidente Donald Trump, quien ha amenazado con invocar la citada Ley para contener a los manifestantes que exigen justicia por la muerte de George Floyd, un ciudadano afroamericano que falleció durante un violento arresto policial la semana pasada.
El funcionario calificó de “crimen horrible” el suceso.
“Los agentes en el lugar de los hechos ese día deberían rendir cuentas por este asesinato”, añadió, citado por CNN.
En otras declaraciones a la prensa en el Pentágono dijo que “es una tragedia que hemos visto repetirse demasiadas veces (…). “El racismo es real (…), “todos debemos hacer lo posible por reconocerlo, plantarle cara y erradicarlo”.
El pasado lunes Donald Trump advirtió que desplegaría tropas militares “fuertemente armadas” si seguían las protestas violentas en el país y culpó de la situación a “los alcaldes y los gobernadores”, por oponerse a adoptar resoluciones contundentes.
“Varios gobiernos estatales y locales no han tomado las medidas necesarias para proteger a sus residentes. Estoy movilizando todos los recursos federales disponibles, civiles y militares, para detener los disturbios y los saqueos, poner fin a la destrucción y los incendios provocados, y proteger los derechos de los estadounidenses respetuosos de la ley”, señaló el mandatario en una alocución transmitida en vivo por las cadenas de televisión.
“Estamos poniendo fin a los disturbios y la anarquía que se ha extendido por nuestro país. Lo terminaremos ahora”, afirmó.
El líder republicano tildó de “terrorismo doméstico, delito contra la humanidad y crimen contra Dios” los disturbios que han ocurrido en varios estados, donde cientos de personas han destruido el mobiliario urbano y han realizado saqueos de tiendas y mercados, incendios de automóviles y agresiones a policías.
“Estos no son actos de protestas pacíficas, son actos de terrorismo doméstico. Soy su presidente de la ley y el orden, y un aliado de manifestantes pacíficos”, subrayó Trump.
El pasado lunes el hermano menor de George Floyd, Terrence Floyd, pidió el fin de la violencia desatada en la nación, diciendo que “eso no va a traer a mi hermano de vuelta“.
Terrence acudió al mismo lugar de la ciudad de Minneapolis donde días atrás un agente de policía tomó a George Floyd –acostado bocabajo sobre la calle–, y durante varios minutos le presionó el cuello con su rodilla. Justo en esa esquina, el hermano de la víctima se arrodilló y oró entre lágrimas.
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