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El ex presidente de la campaña de Donald Trump, Paul Manafort, fue puesto en libertad para seguir cumpliendo su sanción en confinamiento desde su casa, ante preocupaciones por el nuevo coronavirus.
Manafort había sido condenado a prisión en 2019 por un juez de Estados Unidos, tras verse presuntamente involucrado en delitos financieros descubiertos durante la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre el rol de Rusia en las elecciones de 2016.
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Pero ahora sus abogados lograron la liberación exponiendo razones como la edad del acusado y condiciones preexistentes para tener complicaciones de salud si resultara contagiado con el Sars-Cov-2.
Manafort, de 71 años, ha estado cumpliendo su sentencia que se ha extendido a más de siete años, tras ser declarado culpable de fraude fiscal y conspiración. Estaba programado que saliera de prisión el 4 de noviembre de 2024. Los cargos se derivaron de su trabajo relacionado con Ucrania entre 2006 y 2015.
Se había unido a la campaña de Trump en marzo de 2016 como gerente de convenciones de la misma. Se desempeñó como presidente en ella desde mayo de 2016 hasta su renuncia en agosto de ese año.
Un abogado confirmó a ABC News que Manafort había sido puesto en libertad condicional, pero declinó hacer más comentarios al citado medio. Asimismo, la Oficina de Prisiones tampoco respondió de inmediato a una solicitud de comentarios al respecto.
La defensa escribió una carta dirigida a la Oficina de Prisiones (BOP) el mes pasado solicitando que trasladara a su cliente de inmediato a confinamiento en el hogar, debido a presentar un alto riesgo de contraer la COVID-19.
Aunque, de momento, no se reporta caso alguno de coronavirus en el centro de FCI Loretto, donde Manafort cumplía condena, algunas fuentes expusieron que la prisión era un antiguo monasterio y que, su estructura, podría favorecer una expansión del virus devastadora allí.
El ex presidente de la campaña de Trump además ya había tenido sus percances de salud en diciembre de 2019, cuando sufrió una afección que las fuentes consultadas por ABC News describieron como un “evento cardíaco”, aunque logró recuperarse de este en un hospital local de Pensilvania bajo la supervisión de oficiales correccionales.
Los abogados sostienen que las condiciones preexistentes del acusado incluyen presión arterial alta, enfermedad hepática y enfermedades respiratorias y agregan que Manafort contrajo influenza y bronquitis en febrero de 2020. Según la defensa, Manafort ingiere hasta 11 medicamentos al día.
De momento, ha cumplido poco menos del 30% de su sentencia de prisión, sin embargo, los funcionarios del centro tienen amplia libertad de considerar estas liberaciones caso por caso.
“Escribimos en nombre de nuestro cliente para solicitar que la Oficina de Prisiones (" BOP") transfiera de inmediato al Sr. Manafort a su confinamiento en el hogar para cumplir el resto de su sentencia o, alternativamente, durante el período en curso de la pandemia de acuerdo con las directivas del Fiscal General William Barr a la BOP el 26 de marzo y el 3 de abril de 2020, y la Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica Coronavirus ("Ley CARES"), promulgada el 27 de marzo de 2020”, pidieron los abogados Kevin Downing y Todd Blanche, en una carta fechada el 13 de abril.
Otros directivos han estado alentando al sistema penitenciario federal para aumentar las disposiciones de confinamiento en el hogar a los presos considerados en las categorías de riesgo por el coronavirus.
El Procurador General Bill Barr subrayó que habría límites significativos sobre el criterio que haría a los prisioneros elegibles para ser puestos en libertad en el hogar, y enfatizó que no podrían ser los condenados por crímenes violentos o delitos sexuales, los cuales representan aproximadamente el 40 % de la población mayor de 60 años en cárceles.
“Mi interés principal es asegurarme de que sean seguros para la comunidad y que la situación en la que se encuentren sea más favorable que quedarse donde están, donde tienen acceso inmediato a los médicos y podemos mantenerlos aislados”, dijo.
Los datos recogidos por la universidad estadounidense Johns Hopkins señalan que Estados Unidos, el país con mayor cantidad de contagios de coronavirus y personas fallecidas por el brote a nivel mundial, presenta este martes un acumulado de 1.380.465 casos confirmados y 83.249 muertes.
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