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El Gobierno de Cuba aseguró que no hubo daños para el personal de su embajada en Estados Unidos después que un hombre fuera arrestado por disparar varias veces con un rifle de asalto al edificio diplomático en Washington.
El Ministerio de Relaciones Exteriores emitió un comunicado en el que explicó que desconocen la identidad del sujeto, que se encuentra bajo custodia.
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En la nota también señalaron que están a la espera de conocer la investigación de las autoridades estadounidenses sobre las motivaciones que llevaron al detenido a cometer este acto.
El diplomático cubano Bruno Rodríguez también reaccionó al suceso y apuntó que el personal de la embajada "está seguro".
"Embajada de Cuba en EEUU fue objeto hoy de una agresión armada por parte de un individuo no identificado Personal de la misión no sufrió daños y está seguro. La investigación está en curso", escribió en su cuenta de Twttier.
"Es obligación de los Estados proteger a los diplomáticos acreditados y a sus instalaciones", agregó.
A continuación reproducimos el comunicado del MINREX:
En horas de la madrugada de hoy jueves 30 de abril de 2020, un individuo desconocido disparó con un arma de fuego contra el edificio de la Embajada de Cuba en los Estados Unidos. No hubo daño para el personal de la misión, el cual se encuentra seguro y protegido, pero sí deterioros materiales para el edificio resultantes del impacto de los disparos.
El individuo, de cuya identidad el gobierno cubano no tiene información, fue detenido por las autoridades locales en el lugar de los hechos y se encuentra bajo custodia.
La misión diplomática de Cuba, ubicada en la ciudad de Washington D.C., cuenta con un sistema de protección y seguridad para enfrentar cualquier amenaza contra el personal y las instalaciones.
El Gobierno de Cuba espera por la correspondiente investigación de las autoridades estadounidenses sobre la identidad y las motivaciones del autor de esta agresión, así como sobre las circunstancias que rodean al hecho. El Departamento de Estado está al tanto de lo ocurrido.
Es una obligación de los Estados adoptar todas las medidas adecuadas para proteger los locales de una misión diplomática acreditada en su país contra toda intrusión o daño y evitar que se turbe la tranquilidad de la misión o se atente contra su dignidad.
La Habana, 30 de abril de 2020.
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