El Duque Hernández y Adiel Palma se reencuentran en Estados Unidos: “No importa dónde estemos, lo importante es que somos cubanos”

“Éramos buenos amigos, teníamos una buena amistad, aunque él era de Cienfuegos y yo soy de la parte occidental”, confesó el Duque.

Orlando “Duque” Hernández, Yasel Porto y Adiel Palma © Captura de video de youtube
Orlando “Duque” Hernández, Yasel Porto y Adiel Palma Foto © Captura de video de youtube

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Los expeloteros cubanos Orlando “Duque” Hernández y Adiel Palma se reencontraron esta semana en Miami, donde compartieron recordaron los viejos tiempos cuando ambos jugaban en la isla.

El encuentro fue captado por las cámaras del periodista Yasel Porto y su Swing Completo, y mostró la camaradería que existe entre las dos estrellas del béisbol, quienes años atrás eran rivalizaban cuando jugaban para sus respectivos equipos de Industriales y Cienfuegos.


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“Éramos buenos amigos, teníamos una buena amistad, aunque él era de Cienfuegos y yo soy de la parte occidental, pero lejos de eso, me da tremenda emoción estoy muy contento de haberlo visto nuevamente”, confesó el Duque.

“No dejé de seguir su carrera, la cual aproveche hoy y lo felicité. Creo que es uno de los mejores lanzadores de todos los tiempos en Cuba y uno de los lanzadores que más ha demostrado el coraje hasta que se retiró”, añadió.

Adiel Palma, por su parte, se refirió al recordado juego final de la Serie Selectiva de 1989, cuando su lanzamiento al frente del equipo de las Villas le dio la victoria frente al de La Habana, donde picheaba el Duque. Aquel triunfo con solo 19 años, le abrió al cienfueguero una larga trayectoria en el deporte cubano, marcada por su indiscutible calidad, reforzada a la vez por su carácter templado y sereno.

“Para mí es un orgullo que uno se mida con el mejor equipo. Siempre lo he dicho, en Cuba, Industriales es como los Yanquis de Nueva York, el elíxir del béisbol. Si tú te mides con ese equipo, estás midiendo tu vara. Entonces, para mí fue un orgullo estar ahí”, recalcó.

El Duque subrayó además que la rivalidad en el terreno no pasa a las relaciones humanas, y señaló que muchos de los que se enfrentaron contra él en el juego, hoy son sus amigos.

“Para mí el béisbol es mi familia. Pero también deja el buen sabor de luego decir: ‘Bueno, él fue compañero mío, es mi amigo, no jugamos en el mismo equipo, pero somos amigos’. Y eso es lo que yo vivo a diario en Miami. No importa dónde estemos, lo importante es que somos cubanos, donde quiera que yo esté, soy 100 por ciento cubano”, enfatizó.

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