Roberto Campos, un pelotero cubano de 16 años, es el mejor prospecto de los Tigres de Detroit

El joven firmó en julio del año pasado por un bono de 2.85 millones.

Roberto Campos Proenza © Roberto Carlos Campos/ Facebook
Roberto Campos Proenza Foto © Roberto Carlos Campos/ Facebook

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Un joven cubano de 16 años es actualmente el mejor prospecto de los Tigres de Detroit en República Dominicana, y en unas pocas semanas participará en su primer juego de la Liga Dominicana de Verano.

Roberto Campos Proenza, nacido en La Habana, firmó en julio del año pasado por un bono de 2.85 millones, la cifra más alta que pagó el equipo por un aficionado internacional, según informó el Detroit Free Press.


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El atleta vivió en Cuba hasta 2016, cuando él y su hermano Raúl, un año mayor, escaparon de la delegación que participaba en un torneo internacional de béisbol de pequeñas ligas que se celebraba en Punta Cana.

Tres años después, su talento y potencial ofensivo llamó la atención de los expertos de las Grandes Ligas, pese a que inicialmente no estaba incluido dentro de los 30 primeros prospectos.

En República Dominicana cambió de posición, de tercera base a campo abierto, y comenzó su carrera profesional. Ahora cursa el segundo año en una escuela secundaria, y recuerda cuando entró a la selección nacional de su país con 10 años, y que bateó para 600 –con cuatro jonrones incluidos– en un torneo, con 12 años.

“A veces sientes algo de presión como atleta, como jugador de béisbol, cuando quieres estar en ese momento donde sientes algo de presión. Pero tengo gente aquí que siempre me está enseñando: ‘Oye, solo relájate, sé tú, tómalo con calma, tómate tu tiempo para llegar allí, vas a estar allí y todo estará bien’”, relató.

Según cuentan sus padres, siempre se identificó con los Tigres, pese a que los Diamondbacks, los Medias Rojas y los Rojos también estuvieron interesados.

“Los conoce desde el principio y lo siguieron durante todo el proceso. Siempre había algo en Detroit que lo hacía sentir cómodo”, subrayó su madre, Tamara Proenza.

Cuando se le pregunta cuándo cree que puede llegar a las Grandes Ligas, Roberto responde que tal vez en cuatro años. “Quizás menos. ¿Quién sabe?”, precisó.

Por ahora, se siente feliz de seguir progresando, aunque reconoce que extraña Cuba, fundamentalmente a su abuela y su comida.

“Ella siempre decía: ‘Oye, quiero verte algún día en esa televisión que suena allí’. Eso es lo que más quiero, saber que ella me va a ver allí”, confesó.

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