Centro Fílmico, un edificio poco recordado en La Habana

Uno de los elementos que más destaca del edificio Centro Fílmico es el mural en su fachada principal. Aunque parezca mentira, se conserva en buenas condiciones.

Edificio Centro Fílmico © CiberCuba
Edificio Centro Fílmico Foto © CiberCuba

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Este artículo es de hace 4 años

En el año 1957 fue inaugurado el Centro Fílmico de La Habana, un edificio ubicado en el capitalino barrio del Cerro, en la intersección de las calles Almendares y Desagüe. Muchas personas no lo recuerdan, a pesar de su impresionante mural dedicado al cine en Cuba.

El Centro Fílmico es una obra del arquitecto Víctor Morales de Cárdenas quien era socio de la reconocida firma “Arquitectos Morales & Cía.”. El edificio tenía originalmente distintas funciones distribuidas en 6 plantas.


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En la publicidad de esta edificación a fines de 1950, se puede comprobar que existían zonas de diferentes tamaños para oficinas en régimen de alquiler y locales comerciales. Todo giraba alrededor del cine y su industria.

El edificio está emplazado en una parcela de esquina con forma de cuña. Este elemento que podría parecer un obstáculo para una eficiente distribución de locales, el arquitecto lo convierte en una oportunidad para dar mayor realce a la edificación.

Centro Fílmico / ArquitecturaCuba.com

Morales recreó el efecto de la perspectiva usando ventanas corridas horizontales, protegidas en todo su contorno por una ligera losa en voladizo. Este sencillo elemento contrasta con el volumen macizo y oscuro del edificio.

En el exterior de la planta baja se diseñó una galería, asentada en la tradición de la arquitectura cubana, de portales corridos y cubiertos que son necesarios para la protección del sol y la lluvia. Además, favorecen en la percepción ciudadana el tránsito entre el espacio privado y público.

Centro Fílmico, Planta Baja / ArquitecturaCuba.com

En lo que respecta al interior, la planta baja estaba destinada a locales de venta y comercio, cafetería y vestíbulo con acceso al resto del edificio que contaba con aire acondicionado central y un amplio ascensor, entre otras comodidades.

Una planta libre, diseñada para oficinas, permitía configurar el espacio a las necesidades del cliente que solían ser distribuidores de películas o empresarios relacionados con el mundo audiovisual.

Centro Fílmico, Planta tipo para oficinas / ArquitecturaCuba.com

En el Centro Fílmico tenían sus oficinas Columbia Pictures de Cuba, S.A. así como los encargados de la distribución de producciones de Disney, entre otras compañías. La última planta contaba con un pequeño anfiteatro para la exposición de películas.

Centro Fílmico / ArquitecturaCuba.com

Existían además espacios diseñados para grabaciones publicitarias. Por ejemplo, en los estudios del Centro Fílmico, Benny Moré grabó un comercial de cuchillas de afeitar Rey Plata cuya propaganda decía: “¡Que solo las cubanas acaricien su cara! Hojas Rey Plata, Rey Plata, ¡acarician de verdad!”.

Cerca del Centro Fílmico, en la calle Ayestarán, estaba la empresa Cine Periódico S.A. productora de documentales y un noticiero cinematográfico. Todo este movimiento cultural en el ámbito audiovisual era previo al surgimiento del ICAIC en el año 1959.

Mural del Centro Fílmico / CiberCuba

Uno de los elementos que más destaca del edificio Centro Fílmico es el mural en su fachada principal. Aunque parezca mentira, se conserva en buenas condiciones, a pesar de que desde 1960 el edificio tiene un uso que no corresponde estrictamente con el de sus inicios.

Quizás por la cercanía de la edificación con el Ministerio de las Fuerzas Armadas de Cuba (MINFAR), u otras razones estratégicas, en el Centro Fílmico se instalaron los estudios de grabaciones de las FAR.

También existen oficinas y la Central del Banco Metropolitano. Sin embargo, es un edificio que parece haber desaparecido del imaginario popular. Incluso personas que han vivido en la zona dicen no recordarlo.

El Centro Fílmico aún lleva su nombre en el mural. La fachada se modificó con el cierre del portal de la planta baja, lo que constituye un ejemplo más de cómo lo público es vulnerable en Cuba.

Centro Fílmico / CiberCuba

El espacio de socialización fue anulado. La edificación que se abría a la comunidad, tanto en sus usos como en su diseño, comenzó a vivirse solo hacia adentro. Dejó de pertenecer al imaginario popular.

El mural del Centro Fílmico es un grito de color que recuerda al ciudadano que pasa que, a pesar de todo, sigue existiendo una gran arquitectura allí.

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Gretchen Sánchez

Branded Content Writer en CiberCuba. Doctora en Ciencias por la Universidad de Alicante y Licenciada en Estudios Socioculturales.


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