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Decenas de edificaciones en peligro de derrumbe han sido identificadas en los últimos días y señaladas en un mapa de Google, a propósito de una iniciativa que surgió en redes sociales luego del lamentable suceso que puso fin a la vida de tres niñas cubanas el pasado 27 de enero en La Habana.
Con la etiqueta #PeligroDerrumbeCuba se promueve esta forma de denuncia, que busca contribuir a que las personas que habitan la ciudad estén al tanto de los edificios más proclives a desplomarse de un momento a otro.
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“En vistas a que hay muy poca información pública sobre qué edificio está en peligro (algunos tienen carteles que avisan y otros no), creo que sería bueno que usemos una etiqueta #PeligroDerrumbeCuba para reportar ese tipo de estructuras en todo el país”, anunciaba en su cuenta de Twitter el periodista Norges Rodríguez, cofundador del medio independiente YucaByte.
Bajo esa etiqueta, el mapa de riesgos ha recopilado hasta el momento decenas de direcciones, que se concentran en su mayoría en los municipios de La Habana Vieja y Centro Habana.
Por otra parte, el proyecto Inventario, que actúa como un repositorio de datos sobre Cuba, invitaba a los usuarios a difundir detalles de las construcciones en riesgo de derrumbarse, como pueden ser la dirección y fotos del inmueble afectado.
Tres menores de edad, de entre 10 y 11 años, murieron el pasado 27 de enero después de que un balcón les cayera encima en la intersección de las calles Revillagigedo y Vives, del barrio de Jesús María, un hecho que no solo conmovió a los familiares y vecinos de la localidad, sino a los cubanos dentro y fuera de la isla.
Desde entonces, muchas personas han denunciado el deplorable estado de numerosas construcciones en la capital cubana, que no solo se limita al área del Casco Histórico y sus edificaciones más antiguas.
Hace unos días, el barrio de Jesús María celebró una misa en honor a las tres niñas fallecidas, pero más tarde las autoridades impidieron que se les realizara un homenaje en el parque local cercano a la tragedia, alegando que las personas no tenían permiso gubernamental para hacerlo.
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