El ejército estadounidense trató de eliminar infructuosamente a un alto oficial militar iraní en Yemen el pasado 3 de enero, el mismo día que acabó con la vida del mayor general Qassim Suleimani, el comandante más poderoso de Irán, en un bombardeo selectivo en Iraq.
Según revelaron funcionarios estadounidenses al diario New York Times, el fallido ataque aéreo estaba dirigido a Abdul Reza Shahlai, un oficial de alto rango de la fuerza de élite Quds de la Guardia Revolucionaria –la unidad que había dirigido Soleimani–, quien fungía además como organizador del financiamiento para las milicias chiítas en la región.
Shahlai, que tenía su sede en Yemen, fue acusado por el Departamento del Tesoro de poseer “una larga historia de atacar a estadounidenses y aliados del país a nivel mundial”.
Con las muertes de ambos oficiales la administración Trump perseguía dos objetivos, detener los ataques respaldados por Irán en lugares con presencia norteamericana, así como disuadirlo de llevar a cabo guerras en otros países del área, precisaron los funcionarios que optaron mantener su identidad en el anonimato.
Ahora, tras los ataques de misiles contra las bases que albergan a soldados estadounidenses en Iraq, concebidos por Irán como venganza por la muerte de Suleimani, los dos gobiernos al parecer han suavizado su discurso bélico.
El pasado viernes, el presidente Donald Trump reveló en una entrevista con Fox News que el ataque contra el general se debió a que Irán había planeado atacar a varias embajadas en todo el Medio Oriente, incluida la estadounidense en Bagdad.
“Puedo revelar que creo que probablemente hubieran sido cuatro embajadas”, detalló.
Su declaración fue corroborada por el secretario de Estado, Mike Pompeo, quien dijo que su gobierno tenía información específica sobre una amenaza inminente.
“Y esas amenazas incluyeron ataques contra embajadas de Estados Unidos”, precisó.
Sin embargo, esas amenazas han sido puestas en duda por representantes de las fuerzas demócratas. Uno de ellos, el senador Christopher S. Murphy, de Connecticut, que forma parte del Comité de Relaciones Exteriores, expresó en su cuenta de Twitter que si hubiera existido alguna evidencia real de ataques inminentes contra embajadas, la Administración lo habría informado oficialmente.
“No lo hicieron. Entonces, o Fox News recibe informes de mayor nivel que el Congreso... o... esperen... no hubo tal amenaza inminente”, sentenció.
Este viernes Estados Unidos impuso nuevas sanciones contra ocho altos cargos iraníes, entre ellos, el secretario del Consejo de Seguridad Nacional Supremo, Ali Shamkhan; además de a los mayores productores de acero, hierro y cobre del país.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, junto a Mike Pompeo, recalcó que las sanciones continuarán hasta que el régimen iraní detenga la financiación del terrorismo global y se comprometa a no contar nunca con armas nucleares.
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