El gobierno cubano ordenó realizar actos en escuelas y centros de trabajo para repudiar al movimiento Clandestinos, que el pasado 1 de enero se dio a conocer en el país mediante la vandalización de bustos de José Martí, a los que echaban encima un líquido que simula la sangre.
Este viernes los trabajadores del Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN), en La Habana, fueron convocados a uno de esos mítines de desagravio por las acciones de Clandestinos, que tras los hechos relacionados con la figura del Apóstol y vallas públicas con la imagen del dictador Fidel Castro, también pintaron letreros en muros y paredes de la ciudad con textos como “Díaz-Canel, hay hambre” o “No + Castro”.
Incluso los niños tendrán que sumarse a esta ola reivindicatoria diseñada por el régimen. La presidenta de la Organización de Pioneros José Martí (OPJM), Rosa María Ramírez Montero, anunció al diario oficialista Juventud Rebelde que hasta el próximo 28 de enero, día en que se conmemora el natalicio del Héroe Nacional, se realizarán actos de reafirmación revolucionaria en todos los colectivos pioneriles del país.
En diversas instituciones del sector de la salud como la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) y la Universidad de Ciencias Médicas de Sancti Spíritus, se efectuaron eventos de rechazo hacia Clandestinos.
A nivel nacional el primero de estos actos tuvo lugar el pasado lunes, cuando periodistas de las revistas Bohemia y Verde Olivo se manifestaron junto a un busto de José Martí ubicado frente al edificio que ocupan ambas publicaciones, en la esquina de las calles San Pedro y Boyeros, en la capital.
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