El incendio de una moto en un Cupet de La Habana provocó una gran conmoción entre las personas que divisaron el suceso.
El incidente tuvo lugar en una gasolinera de El Cotorro, luego de que el dueño arrancara el vehículo cargado de combustible y este se incendiara.
El usuario Ernesto Mederos publicó imágenes del incendio en el grupo de Facebook "Amigos del motor", y en ellas pueden verse una humareda sobre la moto, que quedó completamente dañada.
El suceso ha generado reacciones en la citada red social, ya que en los últimos tiempos no son pocos los accidentes y descuidos de los choferes cubanos.
"Ojalá que los motoristas se den cuenta del peligro de una mala instalación eléctrica, es mejor gastarse un poco y hacerla nueva que estar empatando cables y remendando", comentó Alberto Martínez.
Según Mederos, un cable de la instalación eléctrica del motor hizo un corte que generó el fuego.
"Yo creo que en el único país del mundo donde las bombas de gasolina están cerca de las calles es en Cuba. No puede haber seguridad ninguna en las gasolinera y gracias a Dios había un extintor para apagar el fuego. Eso pasa en cualquier gasolinera del mundo ya sea una moto vieja o nueva, la seguridad la tiene que tener la gasolinera", opinó Claudia García.
Otros usuarios alertaron del peligro de cargar el vehículo de combustible con la moto encendida, como en ocasiones suelen hacer los choferes.
El pasado mes de noviembre, una “motorina” también explotó el viernes en la noche en una vivienda de la ciudad de Puerto Padre, Las Tunas, originando un incendio de medianas proporciones.
No hubo que lamentar pérdidas de vidas humanas gracias a la acción de los vecinos, quienes alertaron rápidamente a los bomberos.
Recientemente varios ciudadanos alertaron desde Camagüey por las baterías de litio de las motos eléctricas, ya que en esa provincia los casos de explosiones superan la veintena, aunque "cálculos extraoficiales dictan que los sucesos deben rondar el medio centenar".
La mayoría de las explosiones de estas baterías están relacionadas con el inadecuado trabajo de algunos reparadores y las malas prácticas de los propietarios; en menor medida, aunque sucede, por causa de los fabricantes.
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