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Cuba tiene pérdidas millonarias debido a robos y a una cadena de impagos a nivel empresarial, dijeron este miércoles funcionarios durante el debate entre las comisiones sobre asuntos económicos y atención a los servicios del Parlamento.
La contralora General de la República, Gladys Bejerano, explicó que se han detectado varias cadenas delictivas organizadas en el país, aunque no ofreció más detalles al respecto.
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Bejarano también culpó a los negocios privados de la escasez en los establecimientos estatales porque, según ella, los productos terminan en manos de los acaparadores.
No pocas veces el discurso gubernamental apunta a la existencia de “acaparadores” como responsables del desabastecimiento en los mercados cubanos. En noviembre pasado, la prensa oficialista arremetió también contra ellos al culparlos por los lamentables incidentes en el establecimiento comercial de Cuatro Caminos.
La responsable de contraloría habló además del actual estado del comercio, la gastronomía y los servicios, con elevados saldos por cobrar y pagar debido a malas gestiones y a desatenciones de los directivos.
“En la mayoría de los lugares, aunque identifican los riesgos que impactan en la disciplina de cobros y pagos, las medidas son imprecisas o no aparecen en el plan de prevención. El elevado número de delitos, por falta de control, ha impactado en la descapitalización de varias empresas”, recoge un informe de fiscalización presentado por la presidente de la Comisión de Atención a los Servicios, María del Carmen Concepción.
El robo continúa siendo uno de los peores lastres del sistema que defiende el régimen cubano. La mayoría están relacionados a la insolvencia de los salarios en la Isla y a la notable escasez de productos básicos.
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