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El vestuario de la Primera Dama de Cuba, Lis Cuesta, se ha convertido repentinamente en el protagonista de la primera caminata de la Reina Letizia por el centro histórico de La Habana.
Durante la mañana de este martes, la esposa de Miguel Díaz-Canel y la Reina Letizia protagonizaron un recorrido a pie que incluyó la visita a la Escuela Taller “Gaspar Melchor de Jovellanos” y al convento de San Francisco de Asís, y donde la cubana exhibió un vestido sui géneris, por decir lo menos.
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Según se ha podido conocer, el vestido de mangas largas y corte extra largo de Cuesta es obra de la casa de diseños Dador, según adelantó ayer la Revista Garbos en un artículo detallado sobre el tema, y exhibe unos estampados con hojas y óvalos azules.
A plena mañana del trópico, Lis Cuesta lucía algo anacrónica, contando sobre todo con la sobriedad y elegancia extrema que derrochaba Letizia, quien efectuó su recorrido exhibiendo un vestido color hueso con flores brocadas, y unas alpargatas de cinta al tobillo muy frescas y a tono con los adoquines de la ciudad.
Desde la talla del vestido de la Primera Dama cubana, hasta las bombachas remarcadas en los brazos, todo ha sido objeto de incontables críticas y burlas en internet.
“¿Qué monje budista le obsequió este atuendo a nuestra chica Fashion Liz?”, se preguntaba en la página de CiberCuba una usuaria identificada como Adis Camacho.
Otro usuario llamado Camilo Méndez apuntó: “Liz, cuesta creer que os pusieses ese kimono. Joder maja, tenéis fragilidad capilar para ocultar vuestra humanidad del ardiente sol caribeño?”
Algunos intentaban encontrar explicaciones a la elección de mangas abultadas y largas bajo el sol cubano.
“¿Liz parece que se hizo una manga tatuada y la anda escondiendo porque con el calor que hace en Cuba ese vestido de mangas largas es por algo”, acotó Yenny Fernández Muñoz.
Otros usuarios establecían la comparación más ardiente:
“Ay, madre mía, lo que es no saber, la reina más sencilla y con un par de alpargatas y la otra que parece que está envuelta en una cortina”, comentó Lisandra Herrera Belén.
En Telegram han hecho el día también los usuarios con el folklórico atuendo de la compañera de Díaz-Canel.
“Se lo compró en Azerbaiyán. Parece Úrsula, el pulpo de la sirenita Ariel”, comentó un usuario, a lo que otro le agregó: “En la trapishopping de Bielorrusia se lo compró”.
Lo cierto es que detrás del ajuar de Lis Cuesta, que es reincidente en lo de no saber escoger vestuarios para ocasiones oficiales, está la mano de las diseñadoras Lauren Fajardo, Ilse Antón y Raquel Janero, de la casa cubana Dador.
Según declaraciones de las modistas a la publicación de Garbos, el vestido tipo túnica de mangas largas y maxi, está inspirado en la ciudad de La Habana y en el movimiento del mar. La casa Dador declaró en su momento que pretendían hacer de la Primera Dama una embajadora de la cultura y las tradiciones nacionales.
El problema es que los MEMES también han hecho de Cuesta una embajadora total. ¡Y vaya de qué manera!
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