Menos de la mitad de los proyectos aprobados en la Zona del Mariel están operativos

La Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM) sigue a medio gas años después de la apuesta que hizo el exgobernante cubano Raúl Castro.

Según Rodrigo Malmierca Díaz, ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, menos de la mitad de los proyectos aprobados están operativos en ese intento del Gobierno de Cuba de atraer inversión extranjera.

"Ya existen 48 negocios aprobados, de estos 41 con capital extranjero, de 21 países, por un monto de inversión superior a los 2 200 millones de dólares (...) De las 48 inversiones aprobadas, 21 se encuentran ya en operaciones", detalló Malmierca a Opciones, publicación del diario estatal Juventud Rebelde, con motivo de la apertura este lunes de la 37 edición de la Feria Internacional de La Habana (FIHAV 2019).

Desde que en 2013 el Decreto Ley 313 estableció las medidas para la inversión extranjera en Cuba, la ZEDM no despunta del todo en Cuba.

En enero de este año, el gobernante Miguel Díaz-Canel visitó esta zona y había apenas 17 operativas de 43 aprobadas.

En los últimos meses se aprobó la primera inversión alemana en el ZEDM para la producción y ensamblaje de válvulas industriales, sistemas hidráulicos y neumáticos, equipos dinámicos y sus componentes.

Además, un empresario marroquí señaló que pretende invertir 12 millones de dólares en una fábrica de productos de limpieza.

Una audioría del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) de Brasil reveló, por su parte, que el 64 por ciento de los $650 millones de dólares financiados por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) para las obras del Puerto del Mariel fue utilizado indebidamente.

Cuba necesita, según declaró el ministro, más de 2 000 millones de dólares de ingreso anuales por la inversión extranjera, algo que no se logra cabalmente porque no se materializan los proyectos.

Aunque el propio Malmierca declaró en un ocasión que "no se trata sólo de dinero", los recientes pasos del régimen de La Habana de abrir tiendas recaudatorias de divisas extranjeras muestran que Cuba sigue sin remontar su maltrecha economía.