La joven Yisel Morales, a quien las autoridades cubanas quieren confiscarle la casa donde vive con su familia, no está dispuesta a abandonarla y se piensa quedar a vivir en el pasillo.
"Nos llevarán a la fuerza hasta con los niños chiquitos", dijo Morales a Iliana Hernández, periodista de CiberCuba.
En el día de hoy llegaron las autoridades a la casa y la familia no se encontraba. No obstante, dejaron una orden de desalojo para el lunes próximo.
"Me voy a tirar en la calle", asegura la joven ante esta situación.
Los oficiales amenazaron incluso con romper la puerta y sacar las pertenencias de la familia, a quien quieren enviar a un albergue con muy malas condiciones.
En la casa, ubicada en el municipio Playa de La Habana, viven actualmente 11 personas, tres de ellos menores.
La propiedad pertenece a la familia hace 60 años, por lo que incluso los vecinos han abogado ante las autoridades de vivienda, pero estas siguen empeñadas en desalojarlos.
Tienen además todos los planos de la vivienda, documentos legales, identificaciones, pagos de la casa, papeles que prueban que está en completa legalidad.
En 2015, un hermano de la joven fue condenado a 6 años de cárcel por tráfico de drogas, algo que desató el conflicto con la familia.
No obstante, en declaraciones anteriores a CiberCuba, la joven dijo que tiene conocimiento de que personal de Vivienda quiere vender la casa a una persona que vive en un albergue, en 52 y 27, que ha dicho que "ha resuelto" una casa, y ha dado la misma dirección de la vivienda de ellos.
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