Nelva Ortega, la esposa de José Daniel Ferrer García, líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), pudo verlo en la cárcel tras 72 horas de que las autoridades cubanas lo tuvieran completamente incomunicado.
Ortega declaró que la corta visita se produjo sin privacidad, en una oficina donde estuvo presente el Mayor Roberto.
“Lo encontré desmejorado de salud, pero con mucho ánimo y determinación”, aseguró.
Ferrer le contó durante la visita que los oficiales le dijeron que "estaban molestos por el activismo constante del grupo y por apoyar las últimas medidas tomadas por el presidente estadounidense Donald Trump contra el Gobierno cubano".
A la esposa no le permitieron entregarle sus medicamentos para los padecimientos crónicos como gastritis y úlcera gastroduodenal que Ferrer enfrenta.
Según relató, Ferrer está sufriendo fuertes dolores en una muela que le lastimaron cuando fue golpeado el día 11 de septiembre mientras se encontraba arrestado en la Primera Unidad Policial de la provincia, por liderar la marcha de los girasoles.
Por su parte, el líder de la UNPACU envió un mensaje: "Estoy dispuesto a asumir cualquier condena arbitraria", comunicó.
Ortega dijo que las autoridades cubanas no lo están procesando como un preso político, sino como un preso de causa común.
El pasado martes, oficiales del Ministerio del Interior (MININT) y de la policía asaltaron la sede la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y detuvieron a varios de sus activistas, incluido José Daniel Ferrer.
Durante el asalto, los oficiales cargaron con cucharas, platos, ollas, mesas, sillas, entre otras artículos.
Ante estos allanamientos y detenciones arbitrarias, el senador de origen cubano, Marco Rubio, publicó en su cuenta de Twitter: “Se desconoce el paradero de @jdanielferrer, coordinador general de la #UNPACU, y de varios activistas de la organización. ¿Cuál es el temor del régimen con estos miembros, por qué se empeñan en silenciar su voz?”.
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