Agreden en Las Vegas al reguetonero cubano Insurrecto y revelan que vive en la calle

El reguetonero cubano Leandro Medina Fellové, conocido por su nombre artístico Insurrecto, fue agredido en Las Vegas al salir de una presentación en una fiesta privada el pasado fin de semana.

El popular presentador Alexander Otaola dio la noticia durante su programa y no solo mostró las fotos de la agresión del artista, sino que denunció las terribles condiciones en las que está viviendo a causa del bloqueo que le mantiene la compañía disquera con la que firmó contrato, Pacheco Entertainment.

La compañía dirigida por Angélica Pacheco, que actualmente está lanzando su campaña para Concejal de Hialeah, tuvo desacuerdos con el cantante y lo ha castigado mientras dura el contrato, sin darle ninguna presentación ni apoyo, pero tampoco liberándolo del acuerdo.

Esta situación ha obligado a Insurrecto a dormir en la calle, en un carro, por no poder pagarse la renta y estar expuesto en las calles de Las Vegas sin protección de ningún tipo y sin poderse presentar en casi ningún lugar. Además, tras la agresión que sufrió el reguetonero, sus amigos llamaron a la compañía y no quisieron brindarle ninguna ayuda.

"Este chico está viviendo en los carros, este chico está viviendo en la calle, está tratando de cantar para sobrevivir donde puede, este muchacho ha sido agredido y ustedes son los mánagers de este artista", denunció Otaola, que además pidió a Pachecho Entertainment que lo ayudara o que lo liberara.

Asimismo, hizo un llamado a abogados para que alguno ayude al reguetonero a terminar el contrato, porque, aunque "ha cometido errores", merece una segunda y necesita una ayuda.

Pachecho Entertainment Production ya fue noticia por su escándalo judicial con otro reguetonero cubano, El Micha, que comenzó tras la retirada de Youtube del video "Pa tra", junto a Yomil y El Dany y una posterior demanda con la que pretendían meter al artista en la cárcel por "haberse presentado por su cuenta", algo que el juez no consideró motivo suficiente para encerrarlo. Poco después, El Micha logró su liberación de la compañía.