Las autoridades de Florida han emitido órdenes de arresto contra cuatro empleados de un asilo de Hollywood Hills, a quienes responsabilizan de la muerte de una docena de ancianos tras el paso del huracán Irma en septiembre de 2017, informó CBS Miami.
Las víctimas sufrieron altas temperaturas cuando el fenómeno atmosférico provocó que el sistema de aire acondicionado dejara de funcionar.
El administrador de la instalación, Jorge Carballo, y la enfermera que trabajó como jefa de servicio durante la tormenta, Sergo Colin, podrían enfrentarse a doce cargos de homicidio. Se espera que ambos se entreguen a la policía el lunes por la mañana.
Los otros dos empleados, enfermeros, afrontarían cargos menos severos.
David Frankel, abogado defensor principal de los acusados, dijo que cuando las evidencias salgan a la luz mostrarán que el personal del centro “se dedicó a su papel de cuidador e hizo todo lo posible, en circunstancias de desastre de emergencia después del huracán”.
También Lawrence Hashish, letrado que representa a una de las enfermeras, dijo que su cliente y el resto de los trabajadores cuidaron a los ancianos en condiciones de desastres naturales.
“Nadie podría haber anticipado la tragedia por venir. El verdadero crimen es que el estado está buscando culpar a los cuidadores desinteresados. La evidencia mostrará que no se cometieron delitos”, añadió.
El huracán Irma sacudió el sur de Florida el domingo 10 de septiembre de 2017. Tres días después, el miércoles 13, murieron los primeros cuatro ancianos. Otros cuatro lo hicieron luego de que el hogar fuera evacuado. El resto falleció en los días y semanas sucesivos. El médico forense de Broward calificó las muertes como homicidios.
Se ha informado que el hogar de ancianos, con capacidad para 152 personas, perdió un poco de energía alrededor de las 3:00 pm, pero contaba con dos transformadores: uno para los sistemas de vida y seguridad y otro para el sistema de aire acondicionado. Sin embargo, este último nunca echó a andar.
Según CBS Miami, el 13 de septiembre los pacientes de enfermería sufrieron muchos problemas de salud. Las autoridades estatales han declarado que las temperaturas dentro del hogar eran extremadamente altas y que varios fallecidos registraron temperaturas corporales de hasta 109 grados.
Además, las ventilaciones de escape para los equipos de aire acondicionado ubicados en el primer piso se colocaron por error sobre las tejas del techo, por ello, el aire caliente se impulsó hacia el segundo piso, donde ocurrieron la mayor parte de los decesos.
Después de estos trágicos sucesos el estado revocó la licencia del asilo, una decisión que ha sido apelada.
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