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Patrick Wood Crusius, responsable de la muerte de 22 personas y de herir a otras 26 con un rifle AK-47 en un Walmart de El Paso, Texas, el pasado sábado 3 de agosto, ha confesado a la policía que sus mortíferas acciones tenían como objetivo a los ciudadanos de origen mexicano, informaron medios locales a partir de un reporte policial.
Desde el primer momento de su arresto, el joven blanco de 21 años se ha mostrado abierto a colaborar con la investigación policial. Incluso se negó a su derecho de guardar silencio.
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De acuerdo con la declaración jurada de Adrián García, detective de El Paso, que fue presentada a un juez el domingo, Wood Crucius se rindió ante la policía en el supermercado diciendo: “Yo soy el tirador”.
Las autoridades han comenzado a investigar el tiroteo como “un crimen de odio”. Según la policía, Crusius podía ser el autor de un documento colgado en la red social Facebook minutos antes de la masacre, el cual habla de “una invasión mexicana” en El Paso.
Dentro de las víctimas mortales de esta tragedia hay 8 mexicanos, algunos de los cuales ni siquiera residían en la ciudad, sino que habían ido a visitar a familiares.
Greg Allen, el jefe de policía de El Paso, declaró que el atacante parecía estar "en estado de conmoción y confusión", y no había dado muestra ninguna de remordimiento a los investigadores.
Las autoridades federales también han estado refiriéndose al tiroteo como un acto de “terrorismo doméstico”.
Este ataque con arma de fuego de El Paso se ha considerado como uno de los más letales de la historia estadounidense. Crusius enfrenta acusaciones por múltiples asesinatos en primer grado.
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