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Acostumbrada a hacer vibrar y, de paso, vivir “in extremis” cada evento, la cubana Yarisley Silva tocó hace unos minutos el cielo de Lima con su pértiga, cuando pocos la señalaban como la indicada para subir el centro del podio de premiaciones.
Silva se colocó por enésima vez el traje de súper héroe para pasar la varilla ubicada en 4,75 metros, que, de paso, es su mejor registro de la temporada, lo cual confirma su alta dosis de competitividad.
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Reina mundial al aire libre en Beijing 2015, la pinareña repitió su reinado de hace cuatro años en Toronto en un momento en que muchos no apostaban por su talento y repetían que esta vez no cumpliría.
Silva derrotó a la estadounidense Kathryn Nageotte, quien llegó a la capital peruana con la mejor marca entre todas las competidoras este año (4.82). Sin embargo, eso no la amilanó y supo dejar en 4.70 a Nageotte, y más atrás a la canadiense Alysha Newman, que se agenció la medalla de bronce con la mejor secuencia entre las tres competidoras que saltaron los 4.55.
Yarisley Silva volvió a ser protagonistas de una hazaña. Una atleta que se entrega y que resurge temporada tras temporada, como si su combustible fuese inagotable, como si su talento cobrara vida anualmente, a pesar del paso del tiempo.
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