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El periodista Raúl Ayala, quien se desempeña como reportero del canal Telecubanacán de la provincia de Villa Clara, hizo públicas en su perfil de Facebook unas demoledoras críticas a un hotel 5 estrellas del polo turístico Cayo Santamaría.
“Soy de la prensa acreditada a la Convención de la ULCV y me hospedo en el Starfish Cayo Santa María, y la experiencia ha sido la peor. Se agota la comida y no la reponen. En más de una ocasión el trato en el buffet ha sido inexistente, porque no solo nos hemos tenido que sentar a mesas sucias, sino ir a pedir una simple cuchara", enumeró el joven periodista en su cuenta de Facebook.
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“Clientes quejándose porque los cocineros no preparan lo que se le pide. La variedad es ínfima. Colas interminables" refirió Ayala en su post, también compartido en el grupo 11 Millones de Cubanos en Facebook, donde se generó un alud de críticas y señalamientos acerca de las pésimas condiciones que hoy distinguen al turismo en la isla.
Al parecer, la visión de Ayala es compartida por otros de los participantes que ahora mismo reúne la Segunda Convención Científica de la Universidad Central, encuentro en el que participan unos 1.500 académicos cubanos y unos 400 extranjeros, según datos divulgados por el comité organizador del evento.
"Me alegro que se toque el tema pues no es la Universidad quien paga, mi empresa pagó 500 CUC para que pudiera asistir y estoy en una habitación que ni siquiera tiene papel sanitario, las sábanas y toallas manchadas, estamos desde el lunes y aún no me las han cambiado. Lo peor es que aún con estas condiciones no bajan el precio. Del bufet y la comida ni hablar", comentó la usuario Jennifer Betancourt bajo el post de Ayala en el mencionado grupo de Facebook.
"Es notorio que un país está mal cuando hasta en un hotel 5 estrellas hay escasez", añadió otro usuario, mientras que algunos reseñaron sus experiencias previas en distintos hoteles del país.
"Se venden como 5 estrellas, pero el estándar no les permite poner refrescos en el minibar", reseñaba Ayala, quien rememoró otros sinsabores de su estancia en el mencionado resort: "'Aquí no hay ni aceite', dice entre risas un trabajador. '¿Cerveza hay?' pregunto, para calmar la sed, y otra dependiente me dice con vergüenza: 'No'".
"Aunque esta estancia no me cuesta, es una vergüenza que amarguen la estancia de muchos con estas situaciones y sobre todo después que tanto le cuesta a nuestra Universidad", opinó el reportero de Telecubanacán y fue categórico al afirmar: "Sin dudas, nunca pienso venir como cliente a este hotel".
Entre los tantos comentarios generados por el post de Raúl Ayala se encontraba el de un usuario que le cuestionaba si acaso había ido a cubrir el evento o a criticar el hotel, a lo que el joven le contestó: “Reporto sobre el evento y por respeto a todos los que hoy casi no pudieron almorzar, también reporto sobre el hotel”.
Hoteles de la cayería villaclareña en el centro de las críticas
No son pocos los cubanos que se han hospedado recientemente en los hoteles de la cayería norte de Villa Clara que aseguran no haberla pasado tan bien como en ocasiones precedentes. Varios criterios coinciden en que las instalaciones turísticas están muy mal abastecidas, tanto de alimentos como de productos de aseo.
“Con el dinero que me he gastado aquí me hubiera pasado más días en un mejor hotel de Cancún o me hubiera ido para España, y si no me salía más barato, al menos no tenía que sufrir estos disgustos. Lo que pasa es que uno tiene a la familia en Cuba, los extraña y le hace ilusión pasarla con ellos”, afirma un cubanoamericano, luego de hospedarse cuatro días en un Hotel 5 Estrellas de Cayo Santamaría.
“Además de las habitaciones sucias, y con las cosas rotas de siempre, en el bufet prácticamente no había variedad de platos, y tenías que andar rápido, porque si no llegabas temprano al desayuno, por ejemplo, no alcanzabas nada de nada. ¿Tú crees que es para que cueste 90 dólares por persona la noche? Lo que parece es un campismo, no vuelvo más”, aseguró el joven, residente en West Palm Beach.
Pero no solamente los huéspedes dan fe de las dificultades que ahora mismo atraviesa el turismo en la isla. Los propios trabajadores aducen que se trata de uno de los peores momentos por los que recuerdan haber transitado.
“Yo no había visto una baja tan mala”, —sentencia Yamilé, refiriéndose a la actual temporada baja del turismo—, “estos meses han sido grimosos. Hasta los jefes de la parte extranjera dicen estar preocupados porque no hay casi de nada. Y eso nosotros nos lo sentimos también”, asegura.
“En la temporada alta siempre los suministros son mayores, como es lógico, y luego en la baja, entran menos cosas, porque fundamentalmente recibimos turistas nacionales y los estándares de exigencia son otros. Pero este año, hemos tocado fondo. Nos están asignando aproximadamente la cuarta parte de los alimentos que habitualmente se sirven”, explica un joven que trabaja directamente en la cocina de uno de estos hoteles.
“Aquí nadie vive con el salario que cobra, sino con lo que se le pega por fuera. Entonces imagínate qué pasa cuando no hay propinas ni tienes nada que resolver. Esto está muy malo”, asegura Yamilé.
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