Una residente en Ciego de Ávila, Massiel Oropesa, ha denunciado en su página de Facebook la crueldad con la que el personal de Zoonosis de Santa Clara efectuó una recogida de perros callejeros, y la negativa a permitir que otros ciudadanos los rescataran de la muerte que les esperaba.
“¡Que el mundo entero lo sepa! En este país: CUBA, el carro de zoonosis de Santa Clara hizo una recogida de perros callejeros de la manera más cruel y bestial con que lo acostumbran a hacer, y a pesar de que muchos protectores fueron al lugar donde los encierran para asesinarlos, y trataron de reclamarlos para hacerse cargo de ellos, en ese maldito lugar no se los quisieron dar y encima les dijeron que tenían que pagar 1.500 pesos de multa por cada uno de ellos si los querían sacar”, expresó.
Según narra Oropesa, los encargados de la recogida, a quienes llama “asesinos”, no respetaron siquiera el plazo presuntamente permitido para proceder a sacrificar a los animales. “No esperaron ni las 72 horas establecidas, para si hay reclamación por parte de los dueños, para asesinarlos y lo hicieron a las 48 horas”, apuntó.
“Esto es una gran injusticia y arbitrariedad por parte de todos los que dirigen y trabajan en ese asqueroso centro –prosigue–. Hagamos viral esta denuncia para que todos conozcan el ‘maravilloso’ sistema de zoonosis que tenemos en nuestro país, que hace caso omiso a los reclamos de una inmensa mayoría del pueblo que se pronuncia y reclama cada día una Ley de Protección Animal”.
En abril se permitió en La Habana por primera vez una marcha por los derechos de los animales. Sin embargo, el funcionario que autorizó esa manifestación pacífica fue despedido unos días después.
Para Oropesa, experta en finanzas y defensora del bienestar animal, es vergonzoso el modo de actuación de los funcionarios de Higiene y Epidemiología, a los que califica de “ciegos y sordos” al no detener lo que constituye una “masacre diaria y despiadada”.
“¿HASTA CUÁNDO, CUBA? ¿Por qué matarlos? ¿Por qué no dejaron que se los llevaran y ya los que fueron por ellos? ¿Quién escuchará nuestro reclamo? ¿Quién ajustará cuenta a estos engendros que matan impunemente, sin ningún escrúpulo ni conciencia a los animales?", cuestionó esta activista.
En Villa Clara precisamente otra marcha por los derechos de los animales no fue permitida "porque no era interés del gobierno", señaló uno de sus organizadores al medio independiente Diario de Cuba.
El post de la denunciante recibió varios comentarios de sus contactos, que igualmente lamentaron la insensibilidad.
“Estoy de acuerdo totalmente –dice Yoilisett Perez–, hagamos lo que tengamos que hacer y pa’lante; de alguna manera tenemos que hacernos oír, eso es injusto, es una arbitrariedad, como bien dices […].BASTA YA de maltratos a los animalitos”.
“¿Qué clase de seres humanos trabajan en ese centro?, está clarísimo son seres desprovistos de humanidad, estoy indignada”, señala otra, y una más se pregunta: “¿Pero qué está sucediendo en mi país?”.
Ante la falta de iniciativa estatal para proteger a los animales, algunas propuestas independientes como SALBA en Santiago de Cuba reúnen a personas interesadas en ayudar a perros y gatos abandonados en las calles.
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