Un curioso cartel ha aparecido pegado en la pared de un edificio en Cuba. Se trata de una comunidad de vecinos a quienes su presidente les ha amenazado públicamente con no ponerles el motor del agua si no acuden a una reunión.
“Solo en Cuba puede suceder algo así, tal y como lo describe el anuncio. El Nirvana del apoteosis”, comentó Jorge Enrique Rodríguez, periodista de la página web Diario de Cuba, quien publicó una fotografía del anuncio en su página de Facebook.
El aviso, al parecer, tiene su origen en que los residentes del lugar no fueron a una reunión del edificio, convocada para este miércoles 3 de abril, y posiblemente vinculada con el pago de electricidad del motor.
Ahora se les cita para este jueves, y si no van, saben lo que les espera.
La medida, no solo pone en evidencia el mecanismo de presión y chantaje que se emplea a veces en esferas de la sociedad cubana, sino que se antoja demasiado severa, en un país donde el abastecimiento de agua es uno de los problemas más graves que sufre la población.
En la capital, por ejemplo, la empresa Aguas de La Habana tiene una eficiencia de bombeo de apenas el 50 % de su capacidad debido a los salideros de las instalaciones. El gobernante Miguel Díaz-Canel pretende eliminar en dos años el servicio por pipas, meta harto difícil, dado el enorme deterioro de las fuentes de abasto y las conductoras.
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