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Permanecen presos en Guantánamo un total de 14 jóvenes que intentaron llegar a la Base Naval de Guantánamo tras un rumor que se extendió en las redes sociales en el mes de febrero.
Según la falsa información, el presidente Trump había enviado un barco a la Base para acoger a los cubanos que decidieran abandonar el país.
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Varios familiares de los implicados se han quejado, en declaraciones a Radio Televisión Martí, sobre la actitud del Gobierno cubano, que todavía no ha desmentido el bulo y que no hizo nada en el momento por evitar que se extendiera el rumor.
Dos de los jóvenes implicados en los hechos llegaron a cruzar por el campo minado, nadaron y llegaron a la otra orilla, donde fueron interceptados por soldados de la Base Naval.
Fueron devueltos a territorio cubano 15 días después de entrar a la Base. Los familiares se quejan de que las autoridades de la Isla nunca les informaron sobre el estado de salud de los afectados. Llegaron a dudar, incluso, de que estuvieran vivos.
A ello se suma que los familiares solo pudieron ver a los detenidos cuatro días después de ser repatriados a la Isla.
Durante el encuentro, que tuvo lugar en las oficinas de Operaciones de la Seguridad del Estado en Guantánamo, los jóvenes tenían la cabeza baja como si les estuvieran impidiendo explicar cómo fueron las cosas, según publica el citado medio.
Las autoridades estadounidenses entregaron a los jóvenes un salvoconducto y una nueva muda de ropa. Los guardafronteras quemaron la ropa y quitaron el documento a los jóvenes.
El salvoconducto decía que eran entregados “en perfecto estado de salud”, y que al llegar a territorio cubano “debían ser liberados”.
Sin embargo, la realidad indica que llevan más de 15 días bajo arresto en una cárcel guantanamera, a la espera de un proceso judicial para el cual ya han aconsejado a las familias que contraten un abogado. Están acusados de “violación de perímetro y desobediencia”, lo que podría conllevar una sanción que oscila entre tres meses y un año de cárcel.
Los jóvenes han declarado que recibieron buen trato por parte de las autoridades estadounidenses en la Base Naval, así como buena alimentación e incluso les pusieron nueve vacunas.
Junto a los dos jóvenes que ingresaron a la Base Naval, fueron arrestados por intento de “salida ilegal” del país otros 12 cubanos: 8 de Cienfuegos, 2 de Holguín y 2 de Guantánamo.
Todos se encuentran en la prisión provincial de Guantánamo, luego de ser arrestados en Caimanera cuando intentaban penetrar de forma ilegal en la Base.
El padre de uno de los 8 cienfuegueros arrestados -a los que se les acusa de “salida ilegal del país”- ha indicado al citado medio que las autoridades cubanas maltrataron a los jóvenes.
Asegura que a su hijo lo zambulleron en el agua varias veces, le pusieron una capucha y lo arrastraron. Añade que otros recibieron golpes y que incluso les pusieron un revólver en la boca.
Fue de 8 a 10 días después de ser capturados que las familias llegaron a conocer la verdadera situación, porque en un inicio las autoridades no dejaron que los jóvenes hablaran.
El padre de otro de los implicados ha explicado que el Gobierno cubano sabía del rumor y que no hizo nada por detenerlo. Añade que la reacción fue poner retenes en la carretera de 200 guardias, en vez de aclarar a la población que no había ningún barco acogiendo a cubanos.
Cuando el grupo de jóvenes se adentró en el monte para evitar los retenes, los guardafronteras habrían salido a cazarlos "con perros", motivo por el cual se dispersaron y terminaron perdidos entre la maleza. Fue entonces que decidieron entregarse y llamaron a las autoridades.
Los 14 jóvenes permanecen a la espera de la celebración de juicio.
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