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Nicolás Maduro dijo el miércoles que el Sistema Eléctrico Nacional de Venezuela fue atacado con un fusil.
"Ha sido un ataque terrorista brutal con fusil, fue incendiado un lugar vital para la distribución del Sistema Eléctrico Nacional", aseguró.
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Desde el chavismo consideraron desde la tarde del lunes que lo sucedido respondió a un "incendio intencional" en el mayor complejo hidroeléctrico venezolano.
En esta línea se expresó Maduro en las últimas horas en su cuenta de Twitter a raíz del apagón.
"El reciente ataque terrorista contra el patio de transmisión del Guri, provocó un incendio que rápidamente fue confinando por los trabajadores, bomberos y profesionales de la FANB y de inmediato iniciamos un proceso de reparación profunda y restitución progresiva del servicio", escribió.
Maduro hizo un llamamiento en la citad red social para "proteger todos los servicios públicos".
Esta visión, sin embargo, no la comparten los especialistas, que defienden que los cortes de luz se deben al deterioro en la infraestructura, tras años de falta de inversión en el sector, nacionalizado en 2007 por el fallecido presidente Hugo Chávez.
Tras los últimos cortes, según expertos, el sistema eléctrico está aún más vulnerable.
La falta de luz también afectaba el servicio de agua potable, dejaba hospitales sin energía y generaba el colapso de la banca electrónica, vital por la escasez de efectivo en un país con hiperinflación.
En rechazo al apagón el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, convocó a protestar el sábado en todo el país.
"Llegó el momento de agitar en todos los estados, en todas las comunidades (...) para que llegue el agua, la luz y el gas", dijo el miércoles durante un acto público celebrado en Caracas.
El líder de la Asamblea Nacional pidió salir de lo que calificó como una "tragedia" de la que responsabilizó al régimen de Maduro. "Los venezolanos no podemos ser presos de la desesperanza", aseguró.
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