Por muy acostumbrado que uno esté a vivir con escasez, jamás se adaptaría a que también los condones sean víctimas del desabastecimiento.
Sin embargo, en los últimos cinco años la comercialización de condones en el Cuba ha sido “inconstante” y actualmente, por lo menos la capital, enfrenta una falta casi total de preservativos en su red de establecimientos de salud pública.
“Yo no sé si es porque no tenemos cómo pagarles a los proveedores chinos o porque alguien compró menos de lo que necesitaba el país, pero están perdidos. Tenemos poco dinero, poca comida y ahora también, poco sexo”, explica una arrendataria privada.
Esta cuentapropista suele brindárselos a los clientes que le alquilan el cuarto y a sus hijos, que son adolescentes. "Ya no tengo ni uno. Hasta para tener sexo tenemos mala suerte los cubanos", dice.
“Estamos habituados a que no haya carne, aceite, papel sanitario o jabón, pero lo último es que falte también un condón. Ahora uno tiene que aguantarse los deseos y tomar duchas frías porque no hay preservativos en toda La Habana y la calle está demasiado mala como para estar teniendo relaciones sexuales desprotegidas".
“El problema de los condones es general porque incluso las cafeterías estatales y privadas, que siempre los venden, llevan semanas sin tener. Ya esto ha pasado otras veces, aunque a uno le cueste creerlo. Eso solo genera un estrés añadido porque hay por ahí todo tipo de enfermedades de transmisión sexual”, destaca.
Visto que el sistema de salud de la isla aboga por la protección sexual y acostumbra a entregar preservativos de manera gratuita, hay bastante preocupación en la población por la falta de preservativos.
El administrador de una farmacia del municipio de Arroyo Naranjo asegura que llevan al menos dos meses sin recibir un envío, mientras una de las farmacéuticas de Boyeros resalta: “Hace por lo menos un mes que lamentablemente no tengo ni un condón que vender”.
Asimismo, otra dependiente plantea en una farmacia de Marianao que lo que le sobra son folletos que hablan del sexo seguro, pero “ni una cajita de preservativos desde hace cinco semanas”.
Otra instalación, ubicada en Boyeros, tuvo “unos pocos” hasta el lunes pasado cuando se quedaron "en cero”. “Y lo peor es que no sabemos por qué faltan ni hasta cuándo. Recemos por que el próximo lunes nos entre algo. Vienen muchas personas desesperadas buscándolos, sobre todo los jóvenes, que pasan normalmente en las noches”, afirma preocupada la farmacéutica Adriana.
De acuerdo con el estudiante de Medicina, Samuel, “aunque las marcas chinas que se venden en moneda nacional se caracterizan por hacer condones que se rompen con facilidad y carecen de lubricante, resuelven el problema. Es lo que la mayoría podemos darnos el lujo de comprar, más si aún no trabajamos".
“¿Cuántos cubanos pueden pagar en las farmacias internacionales más de 1 CUC por una caja que trae tres condones? En el sistema público te dan la misma cantidad por un peso cubano, a pesar de que a veces te los dan medio vencidos. A ver si ahora tenemos que inventar algún otro modo de cuidarnos”, concluye el joven.
Si bien no se conoce la causa del déficit que existe hoy, en ocasiones anteriores las autoridades del sector han alegado que el expendio de preservativos no ha satisfecho la demanda real por recepciones limitadas del producto y otras cuestiones burocráticas.
Datos oficiales calculan que el consumo de preservativos en el país asciende a casi 6 millones de unidades mensuales, sobre todo entre los 15 y 24 años de edad. No obstante, para algunos especialistas, el uso del condón en otros grupos etarios cubanos es todavía insuficiente.
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