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Desde la apertura del centro comercial La Plaza, originalmente llamado La Gran Piedra, en Santiago de Cuba, las polémicas en torno a esta instalación han sido continuas, comenzando en el abrupto cambio del nombre y terminando recientemente en la venta de productos en estado de putrefacción, este último debido a la venta de albóndigas con hongos.
En esta ocasión el establecimiento perteneciente a la corporación Cimex vuelve a estar en la mira del escrutinio público, por unos paquetes de croquetas de chorizo, de la marca Vima, importados de la República Dominicana y vendidos a 1.95 CUC, que se exhiben repetidamente en las neveras del departamento de refrigerados.
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Un trabajador de dicha tienda contó ante CiberCuba que el motivo de la reiteración de los paquetes de croquetas, que tampoco gozan de muy buena aceptación por la clientela de la tienda, se origina en la escasez de productos y en problemas con el suministro, “cuando empezamos a funcionar todo estaba bastante bien, pero a casi seis meses hemos tenido problemas con el abastecimiento y este último mes solo nos llegó un camión de croquetas para el departamento de cárnicos y helados”.
Este último mes solo llegó un camión de croquetas para el departamento de cárnicos y helados
“Por esa razón, tuvieron que rellenar los espacios vacíos con los paquetes, aunque no son los mejores son lo único que hay. Además, hemos tenido que retirar de la venta muchos productos que se han vencido o trasladarlos para otros centros, porque aquí no se vendían, y eso nos bajó mucho la oferta”, reveló más adelante el empleado, quien se mantuvo en el anonimato por temor a reprimendas.
Por otra parte, Gladis, quien se encontraba en el Centro Comercial, criticó la desaparición del picadillo de pavo, un producto que también se ha ganado el rechazo de muchos, pero que, aunque grasiento y con una consistencia dudosa, se convierte en un salvavidas en medio de la carestía.
"Siempre es lo mismo, hace rato que estoy viniendo para ver si encuentro algo, pero nada, solo croquetas que se pegan en la encía, porque ni el picadillo de pavo aparece y eso que era el producto que más abundaba”, enfatizó Gladis, de más de 50 años. Del mismo modo, Nanci, una ama de casan residente en el reparto Mármol, mostró descontento por las croquetas ofertadas, “no tienen calidad, parece que por el tiempo que llevan en las neveras, se hacen un puré cuando las fríes y no saben a nada”, criticó.
Hace rato que estoy viniendo para ver si encuentro algo, pero nada, solo croquetas que se pegan en la encía, porque ni el picadillo de pavo aparece y eso que era el producto que más abundaba
El establecimiento en cuestión, considerado el más grande de la provincia de Santiago de Cuba, tras abrir sus puertas por primera vez destacó por sus enormes anaqueles y la cuantía de productos que en aquel entonces eran ofertados. A pesar de ostentar precios que se salen de la realidad salarial del cubano de a pie -que apenas consigue devengar 30 CUC mensuales- captaba la atención de los que recorrían sus pasillos, debido a la variedad de mercancías, poco comunes en las Tiendas Recaudadoras de Divisas (TRD) en la isla.
Sin embargo, desde hace varios meses los productos que una vez llenaron las neveras y los estantes, poco a poco han ido desapareciendo, algunos más por su “caducidad que por el consumo poblacional”, según las palabras de un custodio de la instalación, en tanto conversaba con una vendedora de la tienda.
“Quién los manda a vender tan caro, ahora están en la corredera, porque hay muchos productos a punto de vencerse y no se ha vendido ni uno y eso hace que este mes el salario venga por el piso. Las mayonesas las tuvieron que rebajar, porque este mes se vencen, pero ni rebajadas la gente las compra por lo malas que son”, mencionó el portero.
La escasez que enfrenta el país, ha extinguido de manera radical muchos de los productos de primera necesidad y solo van quedando aquellos inalcanzables para la mayoría de los habitantes del país caribeño que, como describen algunos, “es como si no hubiera”.
El problema alimenticio, una vez más, pareciera no tener solución. El escenario se torna grave e insostenible para muchos con recursos económicos limitados, que rara vez encuentran en los mercados estatales los productos ineludibles para subsistir y ahora tampoco los hallan en las TRD de la oriental provincia.
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