En estos días las fuerzas de la naturaleza no dejan de sorprender a los cubanos. El pasado domingo un terrible tornado dejó parte de la ciudad de La Habana casi deshecha. Hoy viernes una explosión en el cielo nos trajo la caída de meteoritos en Pinar del Río. ¿Qué está pasando? Cuando truena todos piensan en Santa Bárbara, pero no, no es cosa de Changó. Este 2 de febrero es el día de la Candelaria, es el día de Oyá.
El 2 de febrero es el día de la Candelaria
La devoción por la Virgen de la Candelaria viene desde la antigua Roma, pero tiene una gran importancia en las Islas Canarias. Desde allí se extendió a España y posteriormente a América durante la conquista.
En la fiesta de la Candelaria se bendicen las candelas o velas que se necesitarán durante todo el año. Es una ceremonia que habla de la importancia de mantener la luz tanto física como espiritual. Este día se celebra además un acontecimiento trascendental en la vida de la Virgen María, su purificación tras ser madre y la consagración del hijo de Dios. Es por eso que muchas familias de tradición católica mantienen su Belén hasta el 2 de febrero.
En Cuba hay muchos devotos de la Virgen de la Candelaria. Tenemos incluso un pueblo que lleva su nombre. Sin embargo, como ocurrió en otros tantos territorios conquistados y colonizados por los españoles, se produjo el proceso de sincretismo religioso y la Virgen de la Candelaria se sincretizó con Oyá, la hermosa y temible diosa yoruba.
Oyá, la diosa yoruba más temida por los devotos de la Regla de Osha
El pasado domingo por razones inexplicables de la naturaleza, un tornado destruyó parte de La Habana. Hizo un recorrido que tocó misteriosamente los municipios con mayor devoción religiosa, Guanabacoa y Regla.
Oyá representa el tornado y también el viento suave. Su torbellino arrastra cuanto encuentra en el camino. Por eso muchos ven en ella el fin y el comienzo, pues su viento levanta los horrores y a la vez descubre la belleza de la tierra y el poder de los hombres para reconstruir. Ella es una guerrera y cuando entra en la batalla lo cambia todo a su paso. Se dice que lucha todas las contiendas junto a Changó, su gran amor, aun permaneciendo como su amante.
Se dice también que su día es el viernes y que lleva todos los colores menos el negro. Que es indomable, creativa y fiel a sus propias convicciones, por eso cuando entrega su amor surgen pasiones arriesgadas y definitivas.
Tamales en el día de la Candelaria
En América hay una gran devoción por la Virgen de la Candelaria. Se festeja en Colombia, Cuba, Venezuela, Puerto Rico, Perú, Bolivia y México, donde una de las comidas típicas son los tamales y atoles. Se considera que esta costumbre tiene raíces prehispánicas pues en esta fecha en que se inicia el ciclo agrícola del cultivo del maíz, se llevaban las semillas a bendecir y los tamales para rendir culto a los dioses, a fin de que favorecieran las cosechas.
Tanto el atol, los tamales o el chocolate espumoso que también se ofrece en esta fiesta, se sirven calientes para mitigar las noches frías. Los cubanos no tenemos esta tradición, pero sí que somos amantes de dichos alimentos. El maíz particularmente tiene una fuerte presencia en las prácticas culinarias vinculadas a la religión afrocubana.
En Cuba, a Oyá se le ofrendan además la berenjena, boniato, plátano indio, manteca de corojo, uvas, manteca de cacao, maíz tostado, coco, entre otras. Sus árboles o yerbas mágicas son flamboyán, maravilla, mil flores, geranio, coralillo morado, mar pacífico, verbena, flor de cementerio, espanta muerto, llantén, cordobán, curujey, croto y chirimoya.
La religiosidad popular cubana es muy fuerte dentro y fuera de la Isla. Buscamos en el mundo místico respuestas a aquellas cosas que nos son incomprensibles, y a veces encontramos contestaciones muy curiosas.
Si eres de los agnósticos, de los que se aferran a las ciencias duras, entiendo que este post no pase de parecerte una coincidencia con lo que ocurre hoy para Cuba. Pero recuerda que también existen las ciencias ocultas y el universo es inmenso, no hay respuesta para todo. Sé libre de pensamiento, pero por si acaso, sólo por si acaso, en el día de Oyá, no olvides saludar, Yansá, ¡Jekua Jey!
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