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Los vecinos de un barrio del centro de Santa Clara, ubicado entre las calles Martí y Julio Jover, llevan diez años sin agua corriente en sus casas.
Según ha contado al diario Juventud Rebelde Yusimí Rodríguez, residente en San Pedro 164, a su calle no llega el agua mientras en las zonas aledañas corre a raudales.
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En teoría el agua debería llegar cada cuatro días, pero sólo entra en unas pocas casas de "aventajados" que, según esta vecina, tienen unos artilugios llamados "donquis", que cuestan entre 5.000 y 6.000 pesos.
"No todos tenemos una economía tan favorable que nos permita el lujo de comprarlos", se queja Yusimí.
De esta forma, los vecinos que no tienen donquis tienen una llave pública para llenar sus tanques cubo a cubo, pero desde hace seis meses el agua tampoco llega a esa pila.
Los vecinos afectados ya han trasladado sus quejas al delegado del Poder Popular y sólo han recibido "palabras que se las lleva el viento".
La Dirección del Acueducto cree que el problema se podría solucionar accediendo a un tubo de 24 pulgadas instalado frente a la Inpud, que debe tener una válvula cerrada desde que se conectó a la circunvalación, pero no pueden ejecutar esa obra porque para ello necesitan una retroexcavadora grande que no tienen.
"Estamos conscientes de que el país está atravesando momentos difíciles en su economía, pero estamos hablando de la salud física y mental de un barrio entero. El agua es un derecho de toda persona, porque es vital para la vida. ¿Y la nuestra donde está?", se queja Yusimí.
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